Prólogo

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Yo mantenía una relación heterosexual, nunca se me había pasado la mano demás pensando en tíos. Mis ojos estaban centrados en mi relación con Isa, pero algo en él había cambiado.

Con Lando a mi lado, empecé
 a cuestionarme sobre por qué el verlo estirarse, quitarse el casco, o hasta reírse parecían llamarme más la atención que mi propia pareja...

Creí que yéndome a Ferrari aquellos sentimientos se desvanecerían, y que solo era el lazo de amistad que había llegado a confundirme, pues pasábamos tanto tiempo juntos que era inevitable no pensar o sentir aquello.

Pero yo no soy un perfecto mentiroso y el no me  la puso fácil.
Tic, Tac... Carlos, dejemos de mentirnos y escuchemos a nuestro corazón.


Not a bromanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora