Capitulo 2. Siempre a tu lado

59 16 9
                                    

                            Alessa

Otro día largo y aburrido apesar de lo mucho que me apasiona lo que hago no se vuelve extraño el hecho de que me aburro a diario, odio defender algunos casos así como doy todo de mi en algunos otros, esto es bastante complejo pues literalmente hay que tener algo de frialdad para poder actuar, no imagino mi vida junto a otro abogado, moriría; Joe es mi escape de todo y mi respiro, el no lo sabe creo pero es un alma inocente amable bastante noble siempre dispuesto ayudar siempre buscando lo justo es en gran parte mi motivación, alguien lleno de alegría siempre apesar de que no se encuentre bien no mezcla las cosas si tuvo un problema de trabajo nunca llega ese problema a la casa en ocasiones siento que es más profesional que yo, anhelo que en su momento logre firmar con una discográfica pues a tenido muy mala suerte en ello, tanta que parece que conspiraran en su contra, hoy se me asignará un nuevo caso pero no logro concentrarme pues he pasado tan ocupada en mi trabajo que casi ni le he prestado atención a Joe, por otro lado el jamás deja de sorprenderme siempre esta atento a mi a decir verdad desde que lo conocí siempre me a cuidado aún antes de que tuviéramos un interés amoroso y yo apenas le he dedicado tiempo.

—¿Pasa algo Alessa?– Pregunta Mary que me la encuentro casualmente por el pasillo, ni siquiera me había percatado de su presencia, ella es una de las chicas que más se destaca aquí su conocimiento es increíblemente amplio, si a mi me apasiona lo que hago ella esta completamente enamorada de esto.

—Amm, no nada en específico solo algo distraida– digo mientras le dedico una sonrisa.

—¿Peleaste con Joe?– su pregunta se me hace extraña pues a decir verdad nunca he hablado de mi vida personal con ella si sabe que estoy casada pero no más que eso.

—No, de hecho todo lo contrario– le digo ahora sin voltear y retirandome del lugar.

Llego a mi oficina, tomo de mi escritorio el reporte de mi último caso y me dirijo a la oficina de mi jefe, me quedo congelada un segundo con la mano sobre el reporte y por mi mente solo pasa la idea de que un nuevo caso quizás me haga quedar cargada de trabajo, sin tiempo para Joe otra vez; escucharé lo que mi jefe tenga para decir pero no estoy segura de volver a estar cargada de trabajo quizás sea hora de un respiro.

Llego a la oficina de mi jefe, ni siquiera toco ya que el a insistido en que siempre entremos sin preguntar pues las únicas veces que hablamos con el es cuando el lo solicita o ya lo autorizo de antemano es medianamente extravagante, exageradamente obsesionado con el orden, la limpieza y la perfección, a pesar de lo impresionante que suele ser ver todas esas cualidades en alguien, sobre todo en un hombre el lo hace ver en cierta forma enfermizo. Llevo al rededor de 6 minutos parada delante de él y ni siquiera parece haberse percatado de mi presencia.

—¿Necesitaba hablar conmigo?– le pregunto ya que ni siquiera parece reaccionar esta completamente inmerso en su trabajo.

—Necesitamos a alguien con tu experiencia y dedicación para que defiendas el caso de un cliente importante en la corte, esto es más delicado de lo que parece pero has demostrado ser más que hábil, en cada caso que participas has logrado reunir los factores necesarios para poder llevarte victoria tras victoria.

—No me interesan los halagos vaya al grano– digo pues no soy amante de que me endulcen el oído se que nada bueno puedo esperar de situaciones así.

—Solo trataba de explicar el porqué te será asignado este caso pero sobre todo la importancia del cliente, se trata del hijo de una figura pública se trata del hijo del senador Patrickson es acusado de abusar no de una si no de 5 chicas y su padre a mantenido a raya los medios públicos para que esta información no se de a conocer, el chico por su parte antes de la presencia de un abogado o representante confesó haberlo hecho pero que había aprobación de las víctimas en una fiesta en la que todos estaban drogados, pero que comenzaron a retractarse y el perdió el control a causa de las sustancias que consumió.

—Escuche suficiente, no quiero ser yo quien defienda a tremenda escoria en la corte– digo para luego ponerme de pie y retirarme.

—Daviss, no te estoy dando opción, tu rígida reputación te precede eres la ideal por lo justa y hábil que eres solo tu puede ayudar a este cliente, eres la única con la reputación como para manipular la opinión del juez y jurado.

—¿Y si me niego?– pregunto mientras volteó lentamente.

—Pues considerando que te necesito en este caso, considera tu carrera por terminada si no me ayudas, fuimos quienes te recibimos y te ayudamos a crecer esta es una excelente forma de demostrarnos gratitud.

—Esto parece un mal chiste, no puedo, no debo– digo en cierta forma desconcertada.

—No aceptaré esa respuesta, tómate unos días para que lo pienses luego vienes y me dices tu decisión meditalo bien pues considero que hay mucho en juego. Puedes retirarte.

Salgo de su oficina y ni siquiera logro entender del todo lo que acaba de pasar en que momento esto se tornó una mala película en la que estoy siendo manipulada, siempre se me permitió escoger a mis clientes pocas veces se me asignó directamente un caso ya que hay grupos específicos de clientes que solían acudir a mi no entiendo lo que paso pero sobre todo no se que hacer.

Llevo horas sentada en mi escritorio revisando unos papeles sin revisar nada en realidad solo estoy inmersa en mis pensamientos, deseo irme y ver a Joe necesito llegar y estar con él eso es todo lo que necesitó.

Llego a casa y escucho mucho ruido, ruido que proviene de la cocina, me asomó para ver de que se trata y me encuentro a Joe junto a Damián un niño de 9 años al cual sus padres dejan ocasionalmente al cuidado de nosotros al parecer hoy es uno de esos días.

—Veo mucho desastre y poca comida– les digo a ambos pues no es una broma hay un desorden monumental.

—O ya regresaste– me dice Joe mientras se acerca para darme un beso —Disculpa el desorden Damián tenía hambre y pues decidimos preparar varias cosas para tener opciones obviamente lo hicimos pensando en ti ¿Cierto Damián?– me dice con una sonrisa que en cierta forma irradia inocencia.

—Pruebe este– me dice Damián acercándose con uno de los platos.

—Prometo es comestible cariño, y apuesto a que te gustara si solo confía en ambos como podríamos engañarte solo miranos– me dice mientras presiona la cara de Damián contra la de el y Damián solo ríe tiernamente.

—Ok, y ¿que se supone que es?

—Es un pan pita relleno de carne de cerdo que horneamos durante 4 horas la cual cubrimos de una combinación de especias que acabamos de inventar, quizás algunos sabores opaquen a otros, la salsa es a base de yogur griego y diferentes hierbas para dar frescura tambien hay una segunda salsa a base de jugo de granada para un enfoque diferente y si llevo más tiempo aquí que el que parece– Dice Damián y estoy sin palabras quedo viendo a mi esposo que ve a Damián lleno de orgullo.

Ok me decido a probarlo y a decir verda esta muy rico impresionante para ser preparado por un niño tan pequeño; veo que no paran de reír y yo ni siquiera lo había notado.

—Tu cara lo dice todo. Ve a traer el resto Damián lo probará todo– dice Joe y Damián va corriendo a traer lo demás que prepararon. —Cuando los padres de Damián vuelvan hablaremos de tu día pues al parecer no fue muy bueno.

—¿Y tu como sabes eso?– pregunto algo intrigada.

—Siempre te pasan cosas emocionantes en tu trabajo o al menos cosas que te emocionan entras corriendo cada día a contarme todo y las veces que no ha sido así es porque paso algo malo es extraño no se como puedes mantener esa emoción son varios años y se siente increíble que siempre vuelvas ansiosa por comentarme como estuvo tu día en el trabajo– dice muy sonriente y yo no se que decir solo lo observo.

—Damián, ¿Fue tu idea preparar todo esto?– le pregunto pues aún sigo atonita y veo que viene con al menos 4 platillos diferentes.

—Yo solo soy el Sous chef pero algún día seré el chef– solo río pero me alegra saber que Joe volvió a cocinar nunca fue su más grande pasión pero lo hace bastante bien.

No cabe en mi mente otro pensamiento que el de no querer salir de aquí quiero quedarme con el y conocerlo otra vez porque estoy segura que volveré a enamorarme de él, lo observo como si de una acosadora se tratase el se percata y solo sonríe, siento como si el me estuviese conquistando otra vez sin siquiera intentarlo.

Amargo sabor a café Donde viven las historias. Descúbrelo ahora