Alessa
Llevo varias horas dando vueltas por todo el departamento, la verdad es que lo que quiero hacer es obvio pero que debería hacer, porque lo que quiero no siempre es lo que más me beneficia y sobre todo que no vaya a afectar a Joe, si la decisión que acabo de tomar acaba con mi carrera esta bien pero que no afecte la vida de Joe, entre vueltas por mi sala y pensamientos vienen a mi un sin número de recuerdos de cuando éramos más jóvenes con Joe aún antes de que yo empezara a estudiar leyes, éramos como niños buscábamos divertirnos más que nada, ambos alérgicos a las discotecas, por suerte, cuando recibió su licencia y pudo manejar me llevó a muchos lugares, del país pues siempre hablaba con el de los muchos viajes que planeaba hacer y repasando me doy cuenta que apenas he hecho uno y fue por nuestra luna de miel, luego de eso el trabajo me mantuvo tan ocupada que ni siquiera pensé en proponer un viaje o en que quería viajar y cualquier propuesta por parte de Joe la posponga por cuestiones de mi trabajo, comienzo a preguntarme ¿e estado reprimiendo el espíritu libre de mi esposo? O quizás ser abogada si me volvió aburrida, no aburrida no solo demasiado ocupada que casi viene a ser lo mismo.
Las horas siguen pasando mi decisión ya ni es compleja comparado a mis pensamientos sobre mi matrimonio, siempre estuvimos el uno para el otro pero creo recientemente el a sido el único que está para mi, y aún así se que Joe es tan dulce que ni siquiera se a quejado por ello, entonces viene a mi una idea, ya soy una adulta exitosa, no una adolescente puedo hacer más por mi esposo aún puedo divertirme con el, me pongo de pie y me preparo para salir debo hacer varias cosas para antes de que el regrese a casa.
Joe
Tras darle la oportunidad a Mary de que practique, ambos nos encontramos increíblemente tensos, con 27 años jamás pensé que una niña de 17 me intimidaria pero en definitiva tenía razón es mejor que yo por una diferencia notable, pero cuando ella toca todo es tan exacto todo es tan como debe ser y eso lo vuelve incluso aburrido, su madre era tan enérgica que el público se cargaba de emociones en subida y bajada la madre de Mary jamás persiguió la perfección, ella tocaba tan apasionadamente que podías sentir lo que ella sentía, los que amábamos la música de todo tipo la conocíamos porque estaba joven y era todo un encanto en definitiva, hacia que sus conciertos fueran más que impresionantes, yo tenía 22 años cuando ella murió fue una decepción, para entonces yo era bastante bueno en el piano y aspiraba a ser uno de lo que llegara a tocar un acompañamiento para ella, tuve oportunidad de presentarme frente a públicos pequeños mientras tocaba el violín o piano, el padre de Mary me escuchó en varias ocasiones y me dijo tenía algo de lo cual muchos artistas carecían hoy en día y era pasión por lo que hago, me hablo del talento de su hija y me ofreció una paga por ayudarle más nunca imagine se trataría de ella de la hija de aquella mujer que agitaba mis emociones; cuando se lo comente a Alessa se alegro pues decía que yo sería quien formaría a una gran artista, pero a veces pienso que ni siquiera yo e logrado serlo, como convertire a alguien más en uno, de todos mis alumnos solo ella aspira a dedicarse por completo a esto.
—Sr. Wright, estoy lista– dice y suelta un suspiro, yo sonrio levemente.
—Relajate, si en algo te hace sentir mejor tenias razón– digo sonriente
—¿Sobre que?– dice ella mientras se acerca para que ambos quedemos frente a su padre para dar nuestra presentación.
—Sobre que eres mejor que yo, sin duda lo eres– digo mientras me preparo pues creo lo correcto es que comience yo para darle ventaja en pensar con que pieza me enfrentará.
—Sr. Wright disculpeme al respecto debi pensar mejor mis palabras, fue muy grosero de mi parte y luego de escucharlo tocar no puedo seguir pensando igual.
Le ofrezco una sonrisa y ella responde igual creo ambos estamos nerviosos la diferencia esta en que yo soy un adulto de 27 y ella una adolescente de 17, pero no por eso me contendre.
Alessa
Lo de cocinar pues nunca se me dio muy bien así que la comida la compraré no tengo opción, ninguno de los dos era muy fan de discotecas ni fiestas alocadas osea si asistíamos pero no era nuestra actividad favorita, busco la ropa ideal para estar cómoda toda la noche ya que será diremos que un viaje algo largo y duradero, digamos tendré unos días libres pues decidí llamar a mi jefe y comunicarle que ya había tomado mi decisión que me hicieran llegar toda la información necesaria para poder presentar mi caso, su risa al escucharme fue irritante pero creo fue la mejor decisión que pude tomar al final todo saldrá bien se que así sera.
Llego al estudio de grabación y veo a Maylin recostada, creo esta dormida.
—¿May?– digo en tono bajo mientras le doy pequeños toques en su pierna, ella abre los ojos y me ve algo sorprendida y adormitada.
—Alessa ¿qué haces aqui?– dice mientras se levanta y me abraza.
—Si se que hace mucho no venía aquí, pero acá estoy y tengo tiempo libre– digo sonriente y ella también sonríe.
—Es una grata sorpresa, disculpa el hecho de que me hayas encontrado dormida, pero hace un rato se acabaron las sesiones de hoy y ni siquiera me di cuenta en que momento me dormi.
—Descuida, de hecho venía a pedirte que me acompañaras el resto de la tarde de ser posible quiero preparar una sorpresa para Joe y no me vendría mal algo de compañía– ella me observa con una sonrisa algo extraña.
—Claro me encantaría ¿que irás a buscar?, ropa, lencería, lazos de seda o ¿algo asi?
—Esta vez creo que no tranquila, quizás a la otra– digo y le indico que salgamos, ella toma las llaves y salimos.
—Joe me comentó, lo que a estado pasando en tu trabajo déjame decirte que tu jefe es un perfecto imbecil eh– yo solo sonrío mientras mi vista se centra en la carretera, mis manos hacen un poco más de presión en el volante al recordar la sonrisa que mantiene en su rostro cada que logra manipular a alguien.
—Estamos de acuerdo, pero descuida todo se solucionara.
—Y ¿a que se debe el hecho de que quieras hacerle una sorpresa a Joe?
—Eso es simple lo amo y últimamente lo pongo más en palabras que en actos casi ni apoyo le he dado y se que lo necesita tanto como yo, así que quiero demostrarle que todo sigue igual que mi amor no disminuye si no crece cada vez más– digo sonriente mientras mi mente reproduce una y otra vez imágenes de su sonrisa.
—Poco más y me haces llorar– dice Maylin mientras rie y yo me sonrojo —Y ¿que tienes en mente?
—Desde Jóvenes el siempre quiso viajar y a causa de mi trabajo la oportunidad a sido mínima así que empezaré por algo simple, lo llevaré a un recorrido por el país y haremos las cosas tal y como las describimos antes de ser adultos con responsabilidades quizás no será tan increíble como pensábamos pero algo es seguro, será divertido, será como volver a conquistarlo, y así lo haré una y otra vez aunque para hacerlo deba dejar todo lo demás, mi trabajo, mis clientes mi rutina, porque se que solo lo necesito a el– seria imposible borrar mi sonrisa en este momento, porque la causa es él.
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Amargo sabor a café
RomanceMomentos, Aromas y sonidos cosas que suelen quedar impregnadas en tu mente, que aún siendo tan simples son lo suficiente para revivir recuerdos que pueden teletransportarte al exacto momento en el que todo comenzó o en el que todo termino.