La reina del inframundo

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Y aunque la oscuridad y las sombras no cesen mi hambre, yo seguiré alimentandome de ellas, pues es lo único que conozco. Apacigua mi rabia y mi dolor, dormido por tanto tiempo que ya olvidé como se siente realmente. Solo hace falta un chasquido, un golpe leve, algo para hacerlo salir. La bestia está dentro de mi, esta dentro de todo mundo, no crece ni se encoje, mantiene su forma desde que nace. La necesito... muerte, miseria, dolor y emoción... luego existo.


*Varios meses después de la boda de Darcia y Dante*


Paso un tiempo desde mi boda con Darcia, afortunadamente me estaba llendo de maravilla en el trabajo y pude dar el adelanto para una muy buena casa, así que Darcia y yo nos mudamos. Teníamos nuestra casa, un hogar. Darcia y yo nos amábamos cada día más y más, mi amor por ella era infinito. Despertar a diario viendo ese rostro que parecía un sueño que nadie más había soñado antes era una sensación inexplicable. El tacto de su piel era perfecto, cada peca en su rostro parecía formar parte de una constelación caprichosa que no hacía nada más que resaltar la belleza deslumbrante de Darcia. Que mujer tan espectacular, una mujer sin igual, mi esposa, el amor de mi vida.


- Darcia: Buenos días mi amor

- Dante: Buenos días mi vida

- Darcia: Ahora me toca hacer de desayunar, ¿que se te antoja?

- Dante: Hmmmmmm, no lo sé

- Darcia: No te preocupes, yo me encargo

*Darcia besa a Dante y sale del cuarto*


Que rápido pasa el tiempo, parece como si fuera ayer el día en que me casé con Darcia. Debo admitir que he sido muy feliz desde entonces. No puedo creer que en estos años mi vida haya cambiado tanto. Quien diría que a mis veinticuatro años ya tendría prácticamente toda mi vida resuelta. Tengo un trabajo excelente y estoy a nada de convertirme en el dueño del restaurante, tengo una hermosa casa, y estoy casado con la mujer más hermosa sobre la faz de la tierra. ¿Qué más puede pedir un hombre?. Lo tengo todo. Desearía que estuvieras con nosotros Arne... tu mamá y yo aún te extrañamos. Alicia... donde quiera que estés, espero que seas feliz, mejor amiga


*Unos momentos después, ya desayunando*


- Darcia: Oye mi amor, estaba pensando, ¿que te parece si de aniversario nos vamos a la playa?

- Dante: No suena nada mal

- Darcia: Aún faltan unos meses, pero quiero ir planeando todo

- Dante: Pues por mi está perfecto, hace mucho que no vamos a la playa

- Darcia: Hay una que no está muy lejos de aquí, hace muchos años era de las más hermosas playas del país, así que ¿que te parece si vamos?

- Dante: Me parece una gran idea

- Darcia: Perfecto, comenzaré a ver planes y todo eso

- Dante: Perfecto, si necesitas que te ayude con algo solo dilo

- Darcia: Si, yo te aviso cualquier cosa


El hombre busca felicidad. El hombre no puede evitar sentir la necesidad de proteger, es como si un instinto muy primitivo brotará en el momento adecuado. Protege... protege... a cualquier costo.

Berserker Donde viven las historias. Descúbrelo ahora