Chapter One

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Hace unos 8 meses de la partida de Gilbert a saber donde.
Sinceramente a mi ya no me importa tanto, ya no estoy enamorada de él, milagrosamente.

Anne, Ruby y Diana me llamaron para ir con ellas al club de lectura de Avonlea.

--Entonces escribe otra historia de Bert--dijo Diana.

--Otra historia de Bert?--dijo Ruby.

--Siempre escribes una versión de lo mismo--dijo Diana discutiendo con Ruby.

--No, que va--dijo Ruby contradiciendo a Diana.

--Sobre un apuesto héroe llamado Albert, Herbert, Rupert, Pilbert--dijo Diana quejándose.

--Pilbert? Es ridículo, jamás escribiría una historia sobre un chico llamado Pilbert--dijo Ruby negando.

Empezaron a hablar las dos a la vez y yo me empecé a reír.

--No es verdad!--dijo Ruby--y como te crees que voy a poder lidiar con que lleve 8 meses y 3 días fuera de aquí y tal vez nunca vuelva!--dijo Ruby refiriéndose a Gilbert.

--Anne, ___! Sacar vuestras narices de los libros y echadme una mano!--nos dijo Diana y yo me empece a reír de nuevo.

--Que tal.. La trágica historia de un triste científico que da con un secreto que podría salvar el mundo--dijo Anne con entusiasmo.

--Ah, Anne, como se te ocurren cosas tan asombrosas continuamente--dijo Diana.

--De la vida Diana, salen de la vida--dijo Ann y todas reímos.

--Oh, ya no me acordaba, recibí una carta de la tía Josephine, es muy aficionada a nuestras historias--dijo abrió su maletín--vamos a enviarle solo la mejor.

--Pues tenemos que enviarle las de Anne--dije yo.

--Enviaremos una de cada una--dijo Anne levantándose--para ser justas--todas nos levantamos y fuimos con Diana.

A la hora, nos fuimos a nuestras casas.

Unos días después mi padre me dijo que había una reunión con todo el pueblo, a si que lo acompañé y lo esperé fuera. Me encontré con Diana, Ruby y Ann que iban a colarse y esconderse para escuchar lo que decían a si que yo fui con ellas.

Dijeron que había oro en Avonlea y todos nos emocionamos muchísimo.

Cuando acabó la reunión salimos y mi padre me dijo que había oro y yo me hice la contenta aunque ya lo sabía.

Al llegar a casa nos fuimos a dormir.

Empezamos la escuela y cómo de costumbre me senté en mi sitio.

Al terminar me fui a casa, hice mis deberes, fui con Otto a dar un paseo y después me fui a dormir.

El fin de semana Anne, Diana, yo, Minnie may y los padres de Diana nos fuimos a CharlotteTown, a la casa de la tía Josephine.

En el carruaje iba leyendo, sin prestar atención a la conversación que estaban teniendo.

Bajamos en la estación de tren de Avonlea, pagamos los billetes y subimos al tren para ir a CharlotteTown, estaba emocionada, no había ido a una ciudad desde que estaba en Avonlea.

Llegamos a la casa de la tía Josephine, era enorme y lujosa.
Me encontraba en el salón con Diana y Minnie may, mientras que ellas jugaban al ajedrez yo leía un libro, como siempre hacía cuando estaba aburrida, a mi no me gusta el ajedrez.

Cuando acabaron la partida, Minnie may se fue y Diana fue a sentarse con tía Josephine, que estaba hablando, a si que cerré el libro y me senté con ellas.

--Esto del oro me recuerda a otro pueblo que sufrió la fiebre del oro--dijo Josephine. 

--En la isla del príncipe Eduardo?--preguntó Diana.

𝒮ℴ𝓊𝓁𝓂𝒶𝓉ℯ𝓈 || 𝑮𝒊𝒍𝒃𝒆𝒓𝒕 𝑩𝒍𝒚𝒕𝒉𝒆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora