Las personas tienen un "yo" interior que nunca muestran a nadie, ni a sus amistades, ni a su pareja, ni siquiera a su familia. Ocultan su intenciones bajo una máscara para ocultar su verdadero "yo", así es como el mundo intenta lograr una calma transitoria.
Los servicios de inteligencia de los países libran una guerra secreta, dos naciones en conflicto este y oeste. Al Este se encuentra Ostania, quién planea iniciar una guerra, al Oeste está Westalis, quién busca frustrar esos planes.
Westalis quiere investigar a un Vip político de Ostania, la operación Strix, está siendo ejecutada por el misterioso agente secreto Kakarott, este hombre quienes pocos conocen de el ha formado una familia qué le ayudará en su misión.
-Berlint, Capital de Ostania Distrito oeste, Avenida del parque 128-
Yor había llegado al lugar donde vivía el sayajin, con algo de asombro vería la casa del mencionado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El sonido de la puerta abrirse llamaría la atención de la sicaria, solo para ver al Son con aquella encantadora sonrisa.
—Hola, Yor. —Diría Goku con una sonrisa mientras miraba a la pelinegra.
—¿Ese es todo tu equipaje? —Preguntó observando algunas cajas atrás de la femenina.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Si. —Contestó con simplesa teniendo una sonrisa en su rostro.
—No son muchas cosas. —Diría este mientras levantaba una de ellas para entrar a la casa al igual que la pelinegra.
...
—Eh, Goku, ¿Qué haremos con el dormitorio? —Preguntó Yor con leve rubor mientras tenía algunas sábanas en sus brazos.
—Bueno por mi no hay problema en que durmamos juntos, pero si te sientes incómoda podemos dormir en habitaciones separadas. —Contestó el Son con verías cajas en brazos. —Si tenemos visitas solo fingiremos que dormimos en la misma habitación.
—Oh, entiendo. —Respondió la pelinegra con tranquilidad.
—¡Bienvenida a la casa de Anya! —Exclamaría con euforia la pequeña esper observando a la asesina.
