Aceptación

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— Mamá se enteró de lo que pasó con el señor Jeon. — Habló Heeseung. — Y sabe que estoy involucrado.

Jungwon volteo a ver a Heeseung, quien jugueteaba con sus dedos, nervioso, también su pierna se movía mucho, el castaño estaba visiblemente preocupado, ya que ninguno de los señores Lee estaban enterados de la relación que llevaban.

— ¿Y... qué harás?

— Creo que es momento que les diga. — Murmuró nervioso, soltando un suspiro pesado, pensando en todas las cosas que podrían pasar, pensó que ya había pasado lo más difícil, pero estaba equivocada, lo peor ni siquiera estaba empezando. — Quiero... quiero hacerlo hoy, así que iré a comer con ellos, ambos.

— ¿Estás seguro? — Preguntó preocupado. — No tienes que hacerlo si aun no te sientes listo.

— No quiero ocultarlo más. — Explicó. — Y estuve pensando en eso durante días, creo que es lo mejor.

...

— ¿Necesitas algo, hijo? — Preguntó el señor Lee a su hijo, quien sonreía un poco nervioso.

Estaban en un restaurante, los tres, Heeseung estaba al lado de su madre, mientras que el señor Lee estaba frente a ellos, si bien la señora Lee estaba disgustada con la idea de estar cerca de su ex marido, no le quedó remedio.

— Quiero hablar con ustedes, han pasado varias cosas en la que estoy involucrado y creí que talvez... debían saberlo. — Explicó, estaba notablemente nervioso, hablaba sumamente rápido y no podía mirar a ninguno de sus progenitores. — Yo bueno... He estado "arreglando" — Hizo comillas con sus dedos, para luego soltar un suspiro. — Mi relación con Jungwon...

— Claro. — Habló su padre. — Es bueno, me alegra que venga a la casa.

— ¿Va a tu casa? — Preguntó la señora Lee. — ¿Por qué Yang Jungwon iría a tu casa?

— Porque es el amigo de nuestro hijo. — Explicó obvio.

Amigo...

— De hecho-

— El joven amo es demasiado elegante como para ir a tu casa, maldito infiel. — Le dije en un gruñido.

Heeseung apretó sus manos en el pantalón y empezó a ponerse nervioso, sus estaban peleando y eso le molestaba, no estaban dejándolo terminar, querían que pararán, ya, ahora mismo.

— Déjenme terminar. — Dijo, elevando la voz, haciendo que la pelea de sus padres cesara y volvieran su atención a él. — Jungwon es mi... amigo. — Murmuró. — Bueno, él realmente no es mi amigo.

— ¿Cómo?

— Jungwon y yo somos pareja desde hace meses. — Habló rápido, dejando a sus padres en un shock total, más a su madre que a su padre. — Espero... espero puedan entenderlo y apoyarme.

— Es una tontería. 

— ¿De qué diablos hablas? — Preguntó molesto el padre de Heeseung. — ¿Cómo puedes decir que es una tontería cuando es algo importante para él?

— Bueno, es una tontería que le gusten los hombres y aun más el joven amo. — Gruñó. — De seguro tú ocasionaste la pelea con el señor Jeon.

— Mamá, por favor...

— Yo no te apoyaré en esto, haz lo que quieras, pero ya no eres mí hijo.

...

— Lamento mucho lo que paso. — Murmuró Jungwon, mientras acariciaba la mano de Heeseung y lo consolaba, pues el pelinegro soltaba un par de lágrimas mientras se mordía el labio inferior, evitando soltar un sollozo. — ¿Mañana te irás con tu padre a vivir?

— Sí.. 

— Esta bien Hee, esta bien, puedes llorar. — Jungwon abrazó a Heeseung y este reposó su cabeza en el hombro del menor, quien le daba algunas palmadas en la espalda para que se calmara y se durmiera, como si fuera un bebé. — Te amo.

— Gracias Jungwon, muchas gracias.

Heeseung se sentía bien con tan solo tener a Jungwon consigo, no necesitaba tanto, solo quería que el castaño estuviera para él y lo consolara cuando lo necesitará y ahora se sentía bien de saber que contaba con su padre, lamentaba no tener a su madre en eso, pero ya no podía hacer nada.

Se estaba aceptando a sí mismo y el hecho que su padre lo aceptara también era algo lo cual lo tranquilizaba y mucho, así que ahora solo se preocuparía por Jungwon y su futuro, tener un buen futuro como un médica era su prioridad para poder superarse a sí mismo.

Lo último que sintió fue el beso que Jungwon le dio, ya que después cayó dormido en los brazos del menor, Jungwon le transmitía paz, tranquilidad, un sentimiento de seguridad indescriptible, también le gustaba estar con él, se sentía tan bien, una sensación tan difícil de explicar, cada toque, beso o caricia que le proporcionaba el menor se sentían como una corriente eléctrica que le gustaba.

Le gustaba esa sensación pero le gustaba más Jungwon.


Niño mimado - HeewonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora