Capítulo 22 "Verdad Revelada"

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El mensaje de Alex decía: "Kentin ^.^ ¿Quieres venir a mi casa? Mamá ha dicho que hará flan de vainilla para nosotros y Armin ya ha invitado a Merry. Espero tu respuesta :3"

Le respondí afirmativamente y después acordamos la hora, me preparé con todo lo que necesitaba y me encaminé a casa de Alexy.

Llegué y Alex me abrió la puerta sonriendo.

-Hola Ken, pasa, pasa.

Entré y saludé a los dos chicos gamers pegados a la televisión a lo que como repuesta solo movieron la cabeza, casi al mismo tiempo. Luego la madre de los gemelos salió de la cocina y la saludé apropiadamente.

-Kentin, hace mucho que no venías, fue una lástima que la última vez no probaras mis pasteles...

-Si, lo lamento señora, tenía un compromiso con mi vecina y no pude venir-le expliqué lo mejor que pude.

-Lo importante es que ahora estas aquí, ¿no crees Ken? Así que siéntete como en casa y pídeme lo que te haga falta-dijo con una sonrisa cálida encaminándose a la cocina.

Me uní al juego de los gemelos, algo de Mortal-no se qué, que ellos me seguían repitiendo acababa de salir y era muy sangriento, y en efecto lo era, había unos movimientos especiales al final de las peleas en donde todo era un festín de tripas y sesos. Mientras, Alex miraba revistas de moda recargado en mi hombro.

De pronto su madre entro en la sala mirándose un poco preocupada, le pregunté si necesitaba algo y me explicó que se le había acabado la vainilla.

-Ew mamá, ¿comprarás vainilla artificial? ¿Sabes de dónde proviene eso? ¡Del culo de los castores americanos!-masculló Armin asqueado. Ante su comentario hubo muchas reacciones; Merry se rió por lo bajo, Alex empezó a golpear a su gemelo diciéndole que no era necesaria esa información y su madre se cubrió la frente con su mano mientras negaba con la cabeza.

Yo opté por ignorarlo, y me ofrecí a ir a comprar más, accedió y Alexy se ofreció en acompañarme. Así fue como terminamos caminando hacia el bazar de siempre (que como ya he dicho, siempre tenía todo lo que necesitabas). Compramos la vainilla y cuando veníamos de camino, Alex habló.

-Y Kentin...¿qué hacías antes de que te invitase?

-¿Quién? ¿Yo?

-Pues si, quién más tontito.

-Nada. Quiero decir...estaba en el instituto, me quedé un poco en el club. ¿Porqué lo preguntas?

-Sólo quería saber qué hacía mi novio, ¿está mal?-preguntó coqueto Alex.

En eso la conversación se interrumpió por un ruido detrás nuestra, volteamos y nuestros ojos se encontraron con los de Sucrette, que nos miraba perpleja con sus bolsas de compra esparcidas por el suelo. Reaccionó en un par de segundos, recogió todo y se fue rápidamente a pesar de mis gritos.

Cuando no la hubimos visto más, continuamos caminando, hasta que alguien rompió el silencio.

-Oye Ken, le gustas a esa chica.

-Eeeh, ¿De qué hablas Alex?-creí sonreír un poco cuando Alex dijo esa simple oración.

-A esa tal Sucrette, créeme, yo sé cuándo alguien cree que eres lindo, si te aman, les gustas, y hasta me doy cuenta cuando te miran dos veces por la calle.

-Okey, eso es extraño Alexy.

-Para nada, eso es amor Ken, amor.

-De cualquier manera, es imposible que le guste, es mi vecina, y además acaba de llegar aquí, no se puede enamorar tan rápido.

-Bueno da igual, basta de hablar de ella y entremos-dijo Alex y entró a su casa.

Cuando regresamos la mamá de los chicos hizo el famoso flan, después de que que todos pensáramos en lo que Armin había dicho por unos segundos, y nos recorriera un pequeño escalofrío, lo probamos y estaba absolutamente delicioso.

Después de acabar todo, ya era tarde. Me despedí de todos y volví a mi casa, al llegar me encontré con la tía Agatha, que con muchos esfuerzos intentaba subir una gran caja por las escaleras. De inmediato me ofrecí a ayudarle y ella accedió aliviada.

-Querido, ¿no te apetece quedarte a cenar? Ya va siendo hora y creo que hice de más, de cualquier manera-dijo cuando alcanzamos su piso, mientras buscaba las llaves para entrar.

-Bueno, si no es mucha molestia...-accedí indeciso. No me parecía muy buena idea ver a Sucrette después de lo que había pasado, pero tenía mucha hambre y en casa no tenía comida después de todo.

Me senté en la mesa, para encontrarme con Sucrette escribiendo en su teléfono, cuando notó mi presencia, sus ojos se abrieron por completo y apartó la mirada.

-Solo faltan algunas cosas niños, así que me iré a la cocina, tardaré solo un segundo-tarareó yendo a la cocina, dejándome a solas con Sucrette.
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¡Hola! Tiempo sin leernos. Espero que estén disfrutando de la nove, pronto se vendrá más salseo entre Su y Alex e.e así que espérenlo. Verán, que tengo planeado hacer otro especial, algo parecido a un "Chismógrafo" de nuestra periodista estudiantil favorita, por ahí pondré datos curiosos de los personajes y otras cosas que se me vayan ocurriendo. ¡Adiós mis queridas lectoras, hasta el siguiente episodio!

Unidos por un Hilo Rojo [CDM]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora