¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Liam Mitchell
- ¡Qué guay! - Exclamó Nico.
- ¡Ni hablar! - terció Bianca con voz temblorosa - ¡No lo encuentro nada guay!
Nico se había puesto a dar saltos y yo lo veía con una media sonrisa.
- ¿Es verdad que Zeus tiene rayos con una potencia destructiva de seiscientos? ¿Y que gana puntos extra por...?
- ¡Cierra el pico Nico! - Bianca se pasó las manos por la cara - Esto no es tu estúpido juego de mito magia, ¿sabes? ¡Los dioses no existen!
Sentía lástima por los Di Angelo, al momento en que huí de casa, me encontré con Thalía y Luke, hay descubrí que era un semidiós, luego a Annabeth, quien ahora estaba desaparecida.
- No desesperéis - Dijo la diosa - Era una chica muy valiente. Si es posible encontrarla, yo la encontraré.
- ¿Entonces por qué no nos dejáis ir a buscarla? - Dijimos Percy y yo al mismo tiempo.
- Porque ha desaparecido, ¿Acaso no lo han percibido, semidioses? Hay un fenómeno mágico en juego. No se exactamente como o por qué, pero su amiga se ha desvanecido.
Decidí creerle a la diosa de la caza, era lo más coherente.
- ¿Y el doctor Espino? - Intervino Nico levantando la mano - Ha sido impresionante cómo lo habéis acribillado. ¿Está muerto?
- Era una mantícora - Informó Lady Artemisa - Espero que haya quedado destruida por el momento. Pero los monstruos nunca mueren del todo. Se vuelven a formar una y otra vez, y hay que cazar los una y otra vez.
- O ellos nos cazan a nosotros - Observó Thalía.
Bianca Di Angelo se estremeció.
- Lo cual explica... ¿Te acuerdas, Nico, de los tipos que intentaron atacarnos el verano pasado en un callejón de Washington?
- Y aquel conductor del autobús - Recordó Nico - El de los cuernos de carnero. Te lo dije. Era real.
- Por eso os ha estado vigilando Grover - Les explicó Percy - Pará mantenerlos a salvo si resultabais ser mestizo.
- ¿Grover? - Bianca se le quedó mirando - ¿Tú eres un semidiós?
- Un sátiro, en realidad - Se quitó los zapatos y le mostró sus pesuñas de cabra. Creía que Bianca se desmayaría allí mismo.
- Bianca - Terció Percy - Hemos venido a ayudaros. Tenéis que aprender a sobrevivir. El doctor Espino no va a ser el último monstruo con el que os tropecéis. Tenéis que venir al campamento.
- ¿Qué campamento?
- El Campamento mestizo. El lugar donde los mestizos aprenden a sobrevivir. Podéis venir con nosotros y quedaos todo el año. Si querés. - Expliqué.
- ¡Qué bien! ¡Vamos! - Exclamó un muy contento Nico.
- Espera - Bianca meneo la cabeza - Yo no...
- Hay otra opción - Intervino Zoe.
- No, no la hay - Dijo Thalia.
Thalia y Zoe se miraban con odio, años atrás, Lady Artemisa le ofreció unirse a las cazadoras, Thalía se negó, por Luke.
- Ya hemos abrumado bastante a estos críos - Zanjó Artemisa - Zoe, descansaremos aquí unas horas. Levantad las tiendas, curad a los heridos. Recoged en la escuela las pertenencias de nuestros invitados.
- Sí, mi señora -
- Y vosotros dos - Comenzó Artemisa apuntando a Bianca y a mi - Quiero hablar con ustedes. Por separado claro.
- ¿Y yo? - Artemisa la examinó un instante.
- Tu podrías explicarle a Grover como se juega ese juego que tanto te gusta. Grover estará muy feliz de entretenerte un rato... Como un favor especial para mí.
Grover estuvo apuntó de traspillar.
- ¡Por supuesto! ¡Vamos, Nico!
- Vamos, hijo de Hermes y acompáñanos por favor Bianca - Sentenció Artemisa.
Yo no replique y la seguí mientras escuchaba como Percy y Thalía peleaban.
- Annabeth... - Susurre preocupado por mi mejor amiga.
- ¿Annabeth? - Preguntó Bianca - ¿Eres muy bajo para tú edad no?
- Ah, es la chica que se cayó por el acantilado. Y tengo la estatura promedio, gracias - Dije subiendo la cabeza.
- Lo lamento y no quería ser grosera - Estaba apuntó de replicarlo que no estaba muerta, pero Artemisa paro y me hizo señas para que me acercara primero.
- Liam Mitchell, hijo de Hermes - Comenzó y me estaba dando algo, Artemisa nunca pide hablar con hombres, o varones en sí, entonces esto es serio, y más si era como yo.
- ¿Sí? - Fue lo único que pude decir, me sentía intimidado por una niña que parecía de mi edad.
- Supongo que tengo noticias para ti, que tu padre nunca te quizo decir, o tu madre no tuvo la oportunidad - Me removi incómodo ante la mención de Adalind Mitchell, mi madre.
- ¿Qué tipo de noticias, mi lady? - Pregunté lo más respetuoso posible.
- Bueno, tu familia, no es muy apegada a los héroes totalmente, pero, ya tenía sangre divina, antes de ti, claro - Pronunció y me le quede mirando sin entender.
- ¿No entiendes todavía? ¿Cómo crees que manejas tan bien el arco? - Trataba de entender, pero no creía en una cosa, Artemisa no me daría su bendición a menos d e que haya pasado algo que lo amerite, y eso nunca pasó.
- No comprendo - Fue lo único que pude decir.
- Eres legado de mi hermano: Apolo, Liam - Dijo la diosa.
