Capítulo 4

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Kay:

Al día siguiente comenzaban las clases, me levanté temprano para que me alcanzará el tiempo y poder ducharme, recorrí el cuarto con la vista y noté que Callie ya no estaba, me vestí con un short de tiro alto, una camiseta de tirantes por dentro, mi blazer negro y unas botas negras. Apliqué el perfume de siempre, recogí mi cabello en una coleta alta, agarré unas gafas oscuras, la mochila y salí hacia la sección de aulas.

Cuando estaba atravesando el campus me crucé con mi compañera acompañada de Muriel, la rubia estaba vestida completamente de negro, debo admitir que se veía muy sexy aunque a mí no me gustarán las chicas y su amiga iba de blanco

- hola Kay- su voz parecía desganada

- hola Callie, hola Muriel- les devolví el saludo neutral- bueno las dejo que llego tarde- seguí mi camino

- nos vemos luego- dice Callie siseando la mano al aire.

Llegué al gran pasillo que estaba siendo transitado por estudiantes y con facilidad  encontré el salón, revise mi horario y ahora tocaban dos horas de literatura. Me senté en una de las mesas del fondo, no me gustaba estar en el campo de visión de las personas, habían alrededor de unos 15 estudiantes y todos parecían entusiasmados, me sentía en casa, estar rodeada de personas a las cuales le apasionaran lo mismo que a tí era la vida misma. Ingresó al aula una señora de unos 30 años de edad y todos guardaron silencio, debía de ser la profesora.

- buenos días estudiantes, me llamo Alexandra Harrison y soy su profesora de literatura.

- buenos días profesora- se oyó al unísono

- bueno, hoy no se impartirán clases como tal, más bien haremos la presentación de todos ustedes y algún que otro debate sobre algunas obras literarias, comencemos.

- Luke Stiven-

- Owin Walker-

- Steffi Graf-

- Ashily Adams-

Se iban presentando mis compañeros hasta que llegó mi turno- Kay Sallent-

Una vez terminaron las presentaciones empezaron los debates- que creen de la obra- frota su barbilla como que pensando- " El diablo ilustrado"- una sonrisa se enchanza en mi rostro al oír ese nombre, es mi libro favorito, automáticamente levantó la mano eufórica- dígame señorita Sallent.

- El diablo ilustrado es un libro que promueve los valores humanos, muy particularmente creo que es un libro genial y que todos deberían de leer puesto que la sociedad está tan corrompida qué tal vez una realidad plasmada en diversas hojas llame a conciencia a las personas

- y no te has puesto a pensar que hay veces en las que no se puede actuar usando la lógica por diversas circunstancias- me interrumpe un chico de cabello castaño, Luke creo que se llamaba- es cierto que el libro es bastante bueno pero sus errores tiene- casi me da un infarto ahí mismo, como osaba hablar así de semejante libro

- mi queridísimo amigo- nótese el sarcasmo- tu antes de escribir un libro descifrarías a cada ser humano para después plasmar el conocimiento?- lo miro con incredulidad y veo de soslayo la satisfacción en el rostro de nuestra profesora

- no, de hacer eso nunca terminaría la obra- responde obvio el chico

- entonces no digas que hay errores en el libro, el autor generaliza los valores humanos porque como mismo acabas de decir, si hubiera buscado las diferentes  opiniones de las personas ahora mismo no estuviéramos debatiendo porque no existiera dicha obra- culmino con suficiencia

- bueno chicos es suficiente por hoy- nos dice agradablemente la profesora- Kay- me mira- Luke- ahora voltea a éste- felicidades, estuvieron geniales

- gracias Ms. Harrison- dijimos al mismo tiempo

Estuvimos unos 15 min. más en clases y sonó la campana, todos salimos y yo me dirigí a la cafetería del lugar, me apetecía un café y un cigarrillo.

Entré y habían varios chicos allí, agradecía que aún hubieran estudiantes en clases así no tenía que soportar el bullicio de las personas, me dirigí a la barra y pedí un moka, aún me quedaban cigarrillos de anoche, razón por la cual no compré, me fuí hasta una de las mesas que estaban cerca de la pared de cristal y me senté.

Saqué un cigarro del estrujado paquete que traía en la mochila, lo coloqué entre mis dientes y lo prendí, luego le eché azúcar a la medida al café y tomé un sorbo.

Me coloqué los audífonos para oír algo de música y perderme en mi propio mundo por un ratito pero fui irrumpida....

- hola- era el chico castaño de clases con el cual había tenido un agradable careo- me puedo sentar

- claro- le sonreí sincera- por cierto, perdón si me pase un poco en clases- me sentía un poco apenada

-  no pasa nada tranquila- tomó de su malteada- de echo, me gustó el debate- hace un ademán con su mano derecha- me demostraste que yo estaba equivocado

- pues gracias- me río nerviosa- supongo- exhalo el humo de mi cigarrillo

- y dime Kay, de dónde eres- se veía curioso

- de Russia y tú- le devolví de la misma forma

- de Francia- respondió neutral, miré la hora en mi cell y me percaté de que ya me tocaba mi próxima clase, arte

- bueno Luke, un placer hablar contigo pero tengo la próxima clase ahora, nos vemos- me levanté para irme

- está bien- se pone de pie también- podemos intercambiar los números, así podremos quedar en otro momento- extendió su celular para que anotará mi contacto pero parecía algo inseguro por su pregunta

- claro-  le anoté el número, lo saludé con la mano y me fui hacia mi próxima clase


La chica que duerme al ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora