Luke:
Estoy con Muriel frente a las escaleras, había conocido hace poco a ésta chica y estamos saliendo por así decirlo, pues me había deslumbrado con su belleza y no me permitiría dejarlo pasar, esperábamos a su mejor amiga y su compañera de dormitorio, comeriamos todos juntos y después nos ibamos a los salones, de paso conocía a su amiga.
No pasó mucho tiempo hasta que llegaron las susodichas, lo que nunca imaginé es que Kay fuera una de ellas, Muriel nos presentó a mi y a Callie y no pude no felicitarlas por lo lindas que lucían vistiendo iguales.
Fuimos a la cafetería que estaba en el mismo campus de la Universidad quedando así más cerca de los salones, desayunamos todos, el ambiente era relajado y acogedor, terminamos de comer, ya se nos hacía un poco tarde así que la castaña y yo nos despedimos de Muriel y Callie para luego dirigirnos hacia la clase de literatura.
La profesora aún no llegaba así que nos sentamos y aproveché para charlar un poco con mi compañera.
- así que eres la novia de la mejor amiga de mi no novia- reí ante mi trabalenguas y Kay me miró atónita
- no es mi novia es mi compañera de dormitorio- respondió ésta entre risitas
- ah perdón- me disculpé al instante- es que como iban iguales y se veían tan tiernas así pensé que eran novias
- soy hetero Luke- usó un tono de voz seguro tratando de convencerse más a ella que a mi, cosa que me dió gracia
- esta bién chica hetero- ríe- pero no hay nada de malo en que salgas con una chica y más si es hermosa como Callie- noté como algo cambió en su rostro al oír mis palabras
La profesora entró al salón acabando así nuestra interesante charla.
Kay:
- así que eres la novia de la mejor amiga de mi no novia-
Me causó algo de risa el comentario de Luke debido a que formó tremendo enredo pero también me dejó atónita su confirmación.
La verdad nunca pensé sentirme tan bien al dormir con una chica como me pasó con Callie, cosa que me desconcertó bastante y creo que por el nervio de despertar a su lado me hizo vestirme sin caer en cuenta de que íbamos a juego.
También me reanimo un poco el saber de que Luke no le veía nada de malo al que dos personas del mismo sexo andarán, tal vez todos los de acá lo veían como algo normal y era yo la de mente retrógrada.
Para mi suerte la profesora irrumpió en el salón dando por terminada nuestra charla, ya que aún no descubría el porqué me ponía algo nerviosa al tocar dicho tema, creo que esa rubia española estaba impregnado ciertas dudas en mí que nunca antes había tenido.
Las dos horas de literatura se fueron bastante rápido, me agradaba bastante recibir esa materia pero en estos precisos momentos necesitaba una malteada.
- voy por una malteada, nos vemos luego- le digo a Luke mientras recojo mis cosas para ir a la cafetería
- esta bién chica hétero- ríe- yo quedé con Muriel ahora, nos vemos después- me besa la mejilla y sale rápido del salón
Llego a la cafetería y notó que está repleta de estudiantes así que optó por comprar la malteada, reponer mi caja de cigarrillo y salir de allí. En el camino encuentro una banca vacía cerca del césped del campus y me siento.
Repaso todo el lugar con la vista mientras le daba un sorbo a mi malteada, los chicos iban y venían de un lado al otro, algunos atareados con papeles en mano o perdidos en las pantallas de sus celulares y otros charlaban animadamente en pequeños grupitos en la inmensidad del céspe.
Estaba calando de mi cigarrillo disfrutando cada figurilla de humo que abandonaba éste cuando de repente alguien irrumpió el silencio que me envolvía.
- Hola- una chica trigueña no muy alta me saludaba animadamente- me puedo sentar- señalaba el espacio vacío a mi lado
- claro- respondí neutral, pues el socializar no era mi fuerte
- me llamo Zeynep y voy en Teatro y tú- comentaba como si nos conociéramos de toda una vida
- soy Kay, de literatura- movía mis piernas inquieta
- oh perdón por llegar de pronto, es algo raro que una desconocida se te acerque sin más pero es que aún no he hecho amigos y tú cara me es conocida de las clases de arte- desvía la mirada con algo de pena
- tranquila si que es raro pero no pasa nada- suelto una risita en señal de que todo están en orden
- me alegra, yo estoy en el segundo piso de dormitorios, habitación 295 y tú?- si que es curiosa está chica
- igual, habitación 311-
Suena la campana y me despido de Zeynep para regresar a mis clases y luego hacer la rutina diaria, al menos había echo una amiga, sólo conocía a Callie, que era algo raro, a Muriel que casi ni hablábamos y a Luke, aún no tenía una amiga mujer y tal vez Zeynep llegara a serlo.
Terminó la jornada de clases y fui directo a la habitación, estaba exhausta y mi cuerpo ameritaba una ducha.
Después de lo relajante del agua caer por tu cuerpo y lo fresquito que te sientes me vestí con ropas sueltas ya que hacía un calor infernal para estar emperifollado entre cuatro paredes.
Callie llegó y como buena samritana que es trajo dos empaques con la comida de ambas, agradecí por ello y devoramos los envases desechables, la chica tomó una ducha y hablamos un rato más mientras caía la noche.
##
Estábamos en la terraza del edificio, Callie y yo no podíamos dormir así que se me ocurrió la idea de mostrarle mi lugar secreto dentro de la institución, yo calaba de mi cigarrillo mientras ella tarareaba "Review te stars" la canción que sonaba de fondo, bromeabamos de cosas sin sentido y la verdad me sentía muy cómoda estando con ella.
- nunca has besado a una chica- soltó de pronto la rubia sin despegar la mirada del horizonte
- no- respondí con brusquedad- nunca me ha pasado por la cabeza
- y que sí un día te pasa- aún no me miraba pero pude percibir en su tono de voz destellos desafiantes- te frenarías o te dejarías llevar
- no lo sé- decía la verdad pero de pronto algo dentro de mí hizo clic y.....- eso no va a pasar- dije entre dientes, ahí estaba de nuevo ese tono forzado de autoconvencimiento
De repente el silencio reinó entre nosotras, sentí unos ojos mirarme con intensidad por lo cual giré mi rostro siendo consciente de nuestra cercanía en ese instante, no se que habrá pasado por su mente ya que en fracciones de segundos me tomó del cuello y estampó sus labios contra los míos.
Yo quedé estática y con una enorme batalla interna pero en vez de empujarla o abofetearla le correspondí el beso.
Créanme cuando les digo que no sabía que coño estaba haciendo o el porque mi cuerpo no me respondía, yo no era lesbiana, o al menos nunca me había nacido la duda.
Salí del pequeño trance en el que había entrado y me separé bruscamente, noté la confusión de su rostro pero más desconcertada que ella me encontraba yo, así que me puse de pie y corrí de regreso a la habitación.
Entré con el corazón en la boca y la mente echa un desastre.
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La chica que duerme al lado
Teen FictionQue pasa si supuestamente eres hetero y tu compañera de habitacion te sorprende leyendo sexo lesbico y te cuestiona con la mirada al notar la evidente humedad en tu entrepierna. Pero luego ladea una sonrisa picara, lanza el cell a alguna parte de la...