Capítulo 1.

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Capítulo 1: Herencia Maldita

Mis piernas se movían apresuradamente por los pasillos del colegio, froté mis ojos. "¡maldición!" Dije para mis adentros. No había sido una buena idea desvelarme viendo esa serie en Netflix.

La puerta del aula estaba cerrada y eso quería decir que el profesor ya estaba adentro. Me detuve a sopesar si me arriesgaba a una reprimenda o me iba a esperar la próxima clase. "¡Oh genial Ariadna, tu último día en el colegio y llegas tarde!" Me amonesté.

Suspiré  y abrí.

-Señorita Wells, estas no son horas de llegar a mi clase -dijo el señor de unos cuarenta años parado frente a la clase.

Mordí mi labio.

-Disculpe -me excusé, yéndome a sentar en uno de los asientos vacíos.

-Como estaba diciendo antes de que la señorita Wells me interrumpa... -comenzó a seguir con lo que estaba hablando.

Comencé a hacer dibujos en mi cuaderno. Suspiré mientras me ponía a ver por la ventana. Afuera estaba despejado, la luz del sol bañaba todo el lugar. Los chicos de último año estaban en gimnasia jugando al Football. En uno de los equipos estaba el futuro Alfa de la manada. Mi manada es Rose Moon. 

Su cabello castaño brillaba con el sol, podía ver como el sudor dejaba una película brillante en su torso, si el futuro Alfa estaba sin remera. No hacía frío y nosotros los hombres lobos no somos muy friolentos. Si señores, soy una mujer loba. No soy un mito. 

Afuera de la cancha podías ver un grupo de chicas chillando el nombre del Alfa. Asher Tonks. De más esta decir que era el chico más popular del colegio, por no decir de la manada. Pero no era como muchos Alfas que había tenida la oportunidad de conocer. Asher era tranquilo, amable y no se creía mejor que nadie.

Suspiré, no estaba enamorada de él. Pero no puedo negar que me parecía hiper sexy. Solo una persona le ganaba y no estaba en esta manada. "Concéntrate Ari." Me dije a mi misma.

Rasqué mi cabeza y giré mi vista para tratar de prestar atención a lo que estaba explicando el profesor.

Hoy se acababan mis días de sufrimiento. Hoy terminaba la secundaria y podría hacer lo que quisiera. En esta manada no era necesario que entrenemos todos, ya que Rose Moon era una manada pacifica. 

Para mi mala suerte, mis planes de trabajar como cualquier persona normal se vieron opacados por una carta que había recibido hace unos días.

"Flashback."

Me encontraba en casa, era un sábado por la tarde, así que estaba cambiando los canales de televisión. Mi tía Susan se acercó a mí con una expresión compungida. Fruncí el ceño, ya que ella era pura alegría. Me enderecé en el sofá del living dejando el control de la televisión. Sus ojos se conectaron con los míos.

-Ari... -dijo con preocupación. Se mordió el labio.

Esto me estaba preocupando mucho, y más que nada me estaba dando una mala espina.

Mis ojos fueron de los suyos al sobre que tenía en sus manos.

Mis labios se fruncieron mientras volvía a mirarla al rostro. Ella se sentó a mi lado.

-Esto llegó para ti -dijo extendiéndome la carta-. Es de la manada Dark Moon.

Mi mandíbula se tensó. No entendía que podía ser tan importante para mandar una carta como esta. El sobre estaba labrado con las iniciales del Alfa. Mi cuerpo tembló ante la anticipación de que algo malo vendría.

Respiré hondo mientras daba vueltas el sobre, despegué la solapa. Y saqué el papel.

En este ahí una carta a mano. Con letra muy prolija y debo admitir que más linda que la mía.

Atrapada Por El Alfa. Crónicas 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora