Capítulo 12

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Xie Lian ya no había tenido ninguna novedad acerca de Qirong o de Feng Xin y Mu Qing, creía que todos estaban sobrellevando su situación de la mejor manera.

El médico había venido a ver a Xie Lian confirmando que el parto estaba muy cerca, esto le puso algo ansioso, finalmente conocería a su bebé.

Como si no pudiera quedarse tranquilo durante estos días había comenzado a sentirse ansioso.

Un día la puerta se abrió y entonces pudo ver a Shi Qingxuan saludándolo con una sonrisa algo tímida.

Había desaparecido por días, así que pensó que había ido a visitar a sus amigos de la ciudad. Su falta se había sentido, pero esperaba que tuviera la voluntad de volver porque era un buen amigo.

Xie Lian lo recibió con alegría y cuando preguntó dónde había estado, Shi Qingxuan no sabía muy bien qué decir.

—Estuve en la playa... —dijo pensando que no era mentir ya que había pasado varias semanas en el territorio de Aguas Negras.

Hua Cheng sirvió el té. Con el tiempo había llegado a apreciar a Shi Qingxuan. Aunque solía mantenerse al margen, ahora podía decir que era un buen conocido.

Shi Qingxuan lucía un poco diferente de lo habitual, parecía algo nervioso por alguna razón. Ambos no pudieron evitar notar su comportamiento dado que ya tenían tiempo conociendolo.

—¿Pasó algo? —pregunta Xie Lian y Shi Qingxuan casi escupe su té.

—E-estoy bien agradezco que se preocupe por mi su alteza, aunque debería ser yo quien se preocupe por usted, ya parece que falta poco para que de a luz. Lamento haber estado ausente por tanto tiempo.

—No tienes que disculparte, no eres mi sirviente o algo así, eres mi amigo, entiendo si tienes uno que otro compromiso, además que el bebé provocó que a lo mejor hicieras cosas que no querías.

—Oh... Sobre eso, todo está bien—dijo esta vez bajando la voz y algo apenado desvió la mirada, su rostro ligeramente sonrojado daba demasiadas evidencias, después de todo Shi Qingxuan era muy expresivo.

Hua Cheng decidió salir a cortar leña, después de todo ambos necesitaban ponerse al día y Shi Qingxuan no hablaría en su presencia.

—¿Pudieron hablar tú y He Xuan? —Xie Lian juntó las manos esperando una buena respuesta.

—Sí... algo así

Shi Qingxuan no resistió más y le contó a detalle lo que había ocurrido en el festival. Sobre la predicción y su primer beso.

Narraba todo con emoción y mostraba que se encontraba indudablemente enamorado. Xie Lian se alegraba porque He Xuan (aunque bajo el nombre de Ming-xiong) fue el mejor amigo de Shi Qingxuan y, según algunas indirectas, tal vez para su amigo había sido algo más.

Xie Lian no podía defenderse, también había caído por una calamidad.

Su bebé se movió y pareció saludar a Shi Qingxuan.

—Entonces están juntos?

—Bueno... —Shi Qingxuan pareció contrariado —no hemos hablado... en general. He Xuan no es muy comunicativo.

Xie Lian no sabía si reír o llorar por su amigo. Probablemente nunca recibiría palabras dulces como las que Hua Cheng susurraba a su oído. No imaginaba a He Xuan con un lado romántico.

—Pero al menos han dado un paso importante —dice Xie Lian un poco más tranquilo de que las intenciones de su bebé rindieran fruto.

-S-sí algo así...

La bendición de la bendición del cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora