cuando vuelva a encontrarte [Superwoman]

capitulo 18

Diana.

Entrenaba día y noche solo para no pensar en ella, desde que la había vuelto a ver, su lindo rostro nunca salía de mi mente, su ojos qué siempre me han cautivado, sus labios que excitaban a probarlos y, Zeus... debo dejar de pensar en ella. Me meto a la ducha, necesitaba agua muy fría, escucho sonar mi celular, así que salgo de mi refrescante ducha.

- bueno - como puedo me pongo mi bata.

- hola hermosa, tanto tiempo sin saber de ti - dice con sensualidad.

- ¿cassie? - hace tanto no sabía de ella.

- la misma guapa, te invito a cenar qué dices -

- lo siento cariño, no estoy en Londres - digo algo desanimada pues tenía muchas ganas de verla.

- claro que lo se y también se dónde vives, porque no abres tu puerta - frunci el ceño pero le hago caso.

Al abrí la puerta la veo frente a mi, fue inevitable no abrazarla, la había extrañado tanto.

- no puedo creer qué estés aquí - la agarró la mejillas - solo mírate, estás hermosa.

- sigo igual diana, no exageres - se adentra al departamento.

- ¿por qué te fuiste? ¿fue por Carol? - hace una mueca de desagrado.

- puede ser, mira diana te quiero pero esa tipa solo no me cae, es tan hipócrita - sonrió siempre tan sincera.

- termine con ella -

- ¿encerio? - dice feliz a lo que asintí - joder, ya era hora, no se cómo no te diste cuenta de la mujer que es - me siento en el sofá.

- si lo hacía, pero sentía la necesidad de estar con ella - me mira cautelosa.

- ¿tanto la amas? - niego.

- nunca la ame, me aferre a ella porque me enamoré de alguien prohibido y Carol se parecía a ella - se sienta a mi lado.

- ¡por nuestro padre! - giro los ojos - sigue.

- hace trece años la persona más hermosa llegó a mi vida, cuando la vi por primera vez, sus lindos ojos me cautivaron, tiene la sonrisa más hermosa - sonrió como tonta - y cuando tuve contacto con ella, sentí una electricidad que en su momento no le di importancia, ella venía de un lugar no muy bonito, es prima de Superman - abre los ojos como plato.

- ahora entiendo porque ustedes dos no se llevan bien - agarra mi mano - te parece que me sigas contando en el restaurante donde te llevaré, muero de hambre, pero primero ponte algo decente, no quiero que te coman con la mirada - me había olvidado por completo que estaba en bata.

Media hora después, mi hermana estaba comiendo como si no hubiera comido en dos semanas.