cuando vuelva a encontrarte [Superwoman]

capítulo 36

Desconocido.

Me encontraba teniendo una agradable tarde con mis amigos, cuando la vi entrar, no podía quitarle la mirada de encima realmente me hechizo con su belleza, escuchaba como mis amigos platicaban amenamente pero yo simplemente dejé de escucharlos por verla a ella, así fue desde hace dos horas. Lo que me llamo más la atención es ver esa tristeza inmensa, se veía pensativa y en ningún momento toco su café, solo tenía la mirada perdida.

- bien, ¡me he cansado de esto! - mi amigo se expreso algo fuerte, me saco del trance en que estaba.

- ¿pasó algo? - digo confusa.

- pasa que llevas dos horas ignorandonos - se queja, yo simplemente baje la mirada algo apenada.

- lo siento, solo me distraje - veo como todos sonríen - ¡¿que?!.

- si, ya vimos cual es tu distracción - giro los ojos, sabía que empezaría a molestarme.

- deberías ponerte una bolsa, mira como dejaste la mesa de tanto babear por esa mujer - le aviento una papa frita.

- se ve muy elegante, es mucho para ti.

- es cierto, lo que me sorprende es, ¿por que una mujer tan fina está en un lugar como este?.- la miró nuevamente, como decían los chicos, era elegante pero se veía que era sencilla, si no, ¿como es que está aquí?.

- es hermosa - veo como hacen escándalo y yo solo me hundo en mi lugar por la vergüenza, volteo a verla para ver si voltea pero ella simplemente ignora todo a su alrededor.

- ya deja de verla pareces una psicópata - lo fulminó con la mirada.

- ¡oh...! Oliver olvidas que nuestra amiga es una cobarde, no tiene las agallas para acercarse. - eso sí me hace enojar.

- les demostrar lo cobarde que soy - me levanto de la mesa a dirección hacia la mujer.

Me quedo ahí congelada, mierda, ¿que se supone que haga? volteo a ver a los chicos y me sonrien con burla decido ignorarlos, así que hablo, estaba actuando como una completa idiota, quería desaparece, cuando estoy apunto de marcharme me agarra del brazo y me quedó viendo su mano, su contacto se sintió también, que cuando quitó su mano mi piel extraño su calidez, su sonrisa era la más hermosa, no me cansaba de verla, decido ser sincera con ella. Al voltear a ver a mis amigos ellos tratan de disimular sin éxito, pero ella era tan dulce y no se molestó, al contrario acepto mi invitación.

- y bien, ¿qué tal está? - me mira sin entender, le señalo la malteada.

- oh.. , está deliciosa - trata de sonar convincente.

- se qué no me conoces, pero si quieres puedes desahogarte conmigo, te juro que no te juzgare - me mira analizando mis palabras.

- ¿que harías si pierdes a tus padres? - fruncí el ceño, espere todo menos eso.