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Ya era Viernes, el día que todos anhelan. Todo sucedía normal en el estudio, Tulio presentaba el programa como siempre, Huachimingo presentaba su épica sección, Mario Hugo entrevistaba a un cactus, etc.
Ya solo querían que se terminará el programa, para preparar algunas cosas para la siguiente transmisión y listo. Se iban a su casita.
Ya eran las 4:05 pm, faltaban 25 minutos para irse. Huachimingo, Policarpo, Dante Torobolino y Mario Hugo conversaban como era costumbre.
Conversaban de cualquier estupidez que se les viniera a la mente. Qué es lo que harían esa tarde, si la coca era mejor que la Pepsi, sobre la economía. Puros temas de conversación de señores de 30-400 años cuando no tienen de qué hablar.
-Cada día las cosas en el super están más caras weón, el kilo de jamón antes estaba en 5 lucas y ahora aumento un peso más-
Dijo un peli gris mientras le daba un sorbo a su café:
-Pues qué esperabas? La economía anda del culo-
-Ustedes de la única wea que se quejan es del dollar y de los supermercados-
Dijo el calvo hacía el de antenas y al mago. Éstos pues simplemente lo ignoraron mientras continuaban hablando de sus cosas de adultos amargados.
-Chuta que ya me quiero ir, no entiendo el por qué no nos dejan ir de una buena vez-
Dijo el periodista mientras recostaba su cabeza en la mesa. Quería irse, nunca entendió el por qué siempre tenían que hacer eso. En general, nadie veía el programa, aparte de la mamá de Tulio.
-Bueno tu lo dices porque ya te quieres ir a con Guaripolo-
Dijo Huachimingo, tratando de romperle las pelotas a su querido amigo. Obviamente las burlas no faltaron.
-Ah como chingas-
Y así fue como se la pasaron peleando los últimos 25 minutos. Ya era común que Huachimingo molestará a Mario Hugo cuando estuviera aburrido. Si no hubiera sido por Juanin que los llamo para que ya se fueran, probablemente se hubieran quedado otros 25 minutos peleando.
Y así fue, como Mario Hugo tomó rápido todas sus cosas, mientras se despedía de sus amigos, y salía del estudio. Todo al mismo tiempo. Los 3 weones se le quedaron viendo raro, pero lo conocía. El era raro, igual que ellos.
