"Yo te cuidaré" ( Alex x Vitaly Drama/Adopción)

Parte 44: Sonata al Amanecer

Luego de varios minutos de llanto, Kira aún sollozando en los brazos de su amiga fue cayendo poco a poco en la inconsciencia, totalmente agotada, tanto física cómo emocionalmente... Sus compañeros se acercaron rápidamente hacia ambas para ayudar, y Gia se separó finalmente del abrazo mirándola con preocupación. "Descansa amiga, ya fue suficiente para tí por una noche... para todos..."

Al momento de intentar levantarse con ella, una punzada de dolor en su costado la hace quejarse de dolor y caer al suelo, de inmediato siento atendida por los pingüinos, "No se ve bien muy bien éso gatita... ¡Alguien ayude a llevarla a la enfermería también!"

Esmeralda y Ernestina con ayuda de los pingüinos ayudan a cargar a ambas en sus lomos, dirigendose con urgencia a la carpa de enfermería, desde la que ya se escuchaban bastantes gritos, avisando que aquella horrible y eterna noche aún no terminaba por completo, a pesar del sol comenzando a mostrar un hermoso amanecer, totalmente contrastante con todo lo que sucedía...

"Porfavor... resiste... mi compañero de trapecio... muchos aún te necesitamos aquí...." ruega en voz baja mientras más se acercan al lugar, al ver a Marty salir de corriendo de ahí. Justo al entrar a la carpa escucha a Vitaly llamándola con angustia mientras su nuevamente abierta herida era atendida junto a la de Florrie por Gloria, Mason y Phil.
"¡Gia!" Exclama con alivio, que se convierte en nuevo espanto al ver su cara de dolor "¡¿Estás bien?! ¡¿Que te sucedió?!"

"¡Russki cálmate! está bien, no parece haber daños graves, solo un fuerte golpe..." Le explica Skipper mientras Mason deja un momento solo a su compañero mono para ayudar a la jaguar y a la desmayada leona a recostarse.

"Esme, porfavor ve a revisar a Ani y a Kali, siguen en la carpa insonorizada" le pide el tigre a su amiga yegua que inmediatamente asiente y sale corriendo al lugar, deteniéndose de golpe al ver cómo Marty ya venía con ambos cachorros cargados en su lomo, para alivio del tigre y de muchos más, Annia seguía durmiendo...

Marty se acerca a la camilla dónde atendían a Vitaly y Florrie para que el tigre pudiera cargarla con su brazo libre, mientras Kali algo asustado al ver la escena sube de un salto con Kira para esconder su carita en su hombro en un abrazo. Una vez Annia estuvo segura en los brazos de su padre, las patas de la cebra simplemente se rindieron debido al violento temblor que presentaba, cayendo al suelo mirando con angustia y desesperación junto al tigre, la leona y los demás presentes el área apartada de la gran carpa dónde se escuchaban los gritos de Melman y Kowalski intentando salvar a su mejor amigo...

"Tranquilos todos equipo, confío en mi soldado, el hippie estará bien..." Les dice el pingüino líder al ver las caras de los presentes y antes de saltar dentro para ayudar junto a sus hermanos.

Florrie por su lado, ignoraba totalmente el dolor propio de la sutura a su herida, y todo a su alrededor, atenta a cada movimiento que lograba ver a través de las cortinas de separación, lo que hacían los dos doctores del circo intentando salvar a su hijo, escuchando con cada vez mayor angustia cómo ambos caían más y más en la desesperación...

"¡Kowaslki!! ¡Lo estamos perdiendo!!" Grita Melman intentando concentrarse y no ceder a sus emociones, viendo con horror la máquina a la que habían conectado a su amigo, notando cómo el temblor de sus manos poco a poco también desaparecía, lo que antes habría sido una buena señal ahora solo los horrorizaba más, junto a sus latidos cada vez más y más lentos...

"Cariño, porfavor... no me dejes de nuevo, porfavor no te vayas de nuevo mi bebé... T-tú no-o..." ruega la leona al punto del llanto de nuevo al escuchar ésto, siendo abrazada de inmediato por Vitaly y Gloria.

Tortuosos minutos pasan, la hipopótamo tuvo que apartarse de Florrie para ir a ayudar, dejando a ambos felinos, que ya con sus heridas curadas abrazaban con fuerza entre los dos a la pequeña tigresa, Vitaly mirando con angustia creciente una y otra vez los rostros de su suegra e hija, pasando frenéticamente a la cortina de separación, mientras una frase se seguía repitiendo en su mente, antes dándole valor, pero ahora torturandolo...