"Yo te cuidaré" ( Alex x Vitaly Drama/Adopción)

Parte 47: De vuelta al bosque

Una nueva y soleada mañana en Wild Canopy, en el borde del campamento justo antes de entrar al bosque...

"¿Seguro que estarán bien mi amigo?" Cuestiona Vitaly hacia Marty y Esperanza, dando un último abrazo de despedida a su pequeña hija a la par que Alex, quien la alzó en brazos separandose un poco del grupo antes que la cebra respondiera.

"Seguro compadre, niñero Marty a la órden" respondió éste confiado e imitando el saludo militar de los pingüinos, haciendo soltar una risita a su ahora novia Esperanza, quien tomo la palabra, "Estaremos bien Vitaly, seguiremos sus indicaciones al pié de la letra"

"Skipper y todos sus hermanos saben de memoria los horarios de sus medicinas, por si tienen alguna duda con éso, de todos modos están escritos en las notas de la enfermería y en la puerta de nuestro vagón" explica el tigre con algo de nerviosismo, aunque sonriendo al ver de reojo a su esposo girando con Annia en brazos haciéndola reír. "Y recuerden que a ella los resfriados comunes le afectan el triple o incluso más, no dejen que..."

"No dejar que se acerque al vagón de la señora Florrie ni a nadie de quienes la están atendiendo" completa Esperanza por él, seguida de Marty,  "Ni nosotros acercarnos mucho a esos lugares, lo sabemos viejo, sin ofender pero ya lo has repetido veinte veces jeje..."

"Lo sé lo sé..." se excusa el felino tomando sus sienes en un ademan de tranquilizarse, volteando hacia Alex y Annia para hacerles una señal de que era hora.
"Solo tengan cuidado con nuestro tesoro... porfavor... volveremos pronto... confío en ustedes chicos..."

"Adiós papis, suerte en su picnic de esposos" Annia saltó hacia el cuello de Vitaly atrayendo consigo a Alex para despedirse con un último fuerte abrazo, "No te asustes papi Alex, aquí voy a estar cuando regresen" murmuró la pequeña dando un par de palmaditas en el hombro del león, que con un mudo suspiro resignado asintió dejando un cariñoso beso en su mejilla. 

"Pórtate bien Ani, obedece a tus tíos, volveremos pronto" repite el tigre agachándose a su altura una vez que ambos la soltaron, "Y todo estará bien, recuerda lo que hablamos, nos vemos florecita..."

Tomándose de la mano y cargando con una gran cesta, la pareja desapareció de la vista entre los árboles del bosque aledaño, momento en el que el par de equinos suspiró volteando de inmediato con la pequeña tigre.

"¿Y qué quieres hacer primero Ani?" Cuestionó Marty animado primero que nada, notando cómo la mencionada aguantaba silenciosas lágrimas sin dejar de mirar hacia donde la pareja se había ido...

"Oh no... Melman me habló de ésto..." murmura la cebra mientras Esperanza se acerca a la pequeña para abrazarla, "Tranquila preciosa, sabes que van a volver, ésto es parte del proceso, puedes llorar si lo necesitas... ¿está bien? aquí estamos, contigo... también somos tu familia..."

Asintiendo pero escondiendo su carita en el abrazo Annia dejo escapar por fin un pequeño sollozo al momento que Marty se unió al abrazo también, quedándose ahí al menos un par de minutos, sosteniendo con fuerza su inseparable collar de flor amarilla, uno de los primeros regalos de su padre... hasta que la yegua sintió cómo las lágrimas de la cachorra disminuían y ésta lograba calmar un pequeño temblor que había surgido en su cuerpo.

"¿Quieres ir a esperar que Kali termine sus clases y luego planeamos un juego?" cuestiona la cebra palmeando suavemente su hombro, a lo que Annia levantando un poco la nariz asiente emitiendo un débil sonidito de afirmación en dirección de la pareja.

...

De vuelta en el bosque, la pareja de felinos ya había caminado una distancia considerable alejándose del campamento, en un profundo pero cómodo silencio, solo admirando la paz y tranquilidad del lugar, que si bien era levemente interrumpida de vez en cuando con alguna disputa entre los locales, cómo la pelea entre un par de familias de ardillas... seguía siendo lindo. A pesar que el ambiente y el entorno traían recuerdos al león, no muy agradables, ahora, con los meses de terapia, y al lado de su amado tigre, aquellas memorias eran más manejables, incluso capaces de ignorar... Estaban en camino a formar nuevos recuerdos, más agradables y felices.