05 de junio de 2003.
Draco, 23 años.
Charlie, 30 años.—No.
—Dragón, por favor.
—No.
—Amor...
—No uses esos trucos conmigo, Charles.
—Pero...
—Dije que no.
—Si te prometo que solo será un rato y evitaré lo mejor que pueda cualquier broma que George quiera hacerte, ¿aceptarás?
Draco fijó la mirada en su novio y asintió con la cabeza mientras suspiraba.
Si su amor por Charlie no lo mataba, tal vez la visita a La Madriguera si lo haría. Y no, no se negaba porque aún tuviese una aversión por la familia Weasley (era ridícula la idea), sin embargo, sentía incomodidad de estar en un hogar del cual años antes siempre juzgó… sobre todo porque los ataques a esa familia por su padre solo parecían ir en aumento.
Aunque no era momento de estar preocupado por eso, suficiente había sido la discusión que tuvo con su madre cuando le dijo que no asistirá a la cena ya que estaría con Charlie en Rumania.
—De cualquier forma, ¿por qué me preguntas ahora sí voy a ir a la navidad en La Madriguera? Faltan meses.
Charlie se encogió de hombros con una sonrisa de complicidad en el rostro.
—Estaba esperando que me preguntarás —se levantó y sacó un bolsa de uno de los cajones del mueble de la sala—. ¿Mi cuerpo? Tu regalo. ¿La visita a la Reserva? Otro regalo. ¿La cena que preparé? Otro regalo, sabes cuánto me cuesta cocinar —los ojos azules de Charlie brillaron al mismo tiempo que Draco alzó una ceja—. Pero te tengo otro regalo. Más especial.
Draco negó con la cabeza, pero Charlie insistió a tal punto de dejar la bolsa en el regazo del rubio.
—Lo tengo guardado desde hace tiempo, es más por parte de mi madre, aunque traté de colaborar lo mejor que pude. Así que también cuenta como un regalo de mi parte, ¿no?
Con algo de duda, Draco abrió la bolsa de regalo y tocó algo suave.
Inhaló profundamente y con manos temblorosas sacó un suéter tejido. Era de los colores de su casa: verde casi en totalidad, a excepción del gris de la letra "D".—Dime si es necesario algún cambio de talla o de color, trataré de arreglarlo. A mamá le gustaría que lo usarás cuando vayamos a la cena de navidad.
Cuando Charlie no recibió respuesta, bajó la mirada con nerviosismo. Claro, Draco amaba vestir bien y Pansy, que nuevamente se había reintegrado en la vida de su mejor amigo, era una amante de la moda. Ambos disfrutaban de visitar cualquier tienda de ropa ridículamente cara en el mundo muggle, la nueva obsesión de los ex Slytherins.
—No es necesario que lo uses, ¿sabes? Le diré a mamá que me acobarde a último minuto y…
—Creo que es hermoso —Draco se regañó a sí mismo ante lo emocional que sonó su voz—. ¿Te imaginas la reacción de mi padre cuando me vea con el suéter puesto?
Charlie, confundido, buscó la mirada de Draco y suspiró al verlo feliz.
—Creo que prefiero divertirme con la posible reacción de Pansy.
Draco comenzó a reír y Charlie supo que quería escuchar esa melodía por el resto de su vida.
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Mi HC fav es Draco con un suéter Weasley y cuando leí "tejido" GRITÉ. Aunque eso sí, siempre me imaginé algo drarry y supongo que por eso a medio capítulo me equivoqué y, en vez de Charlie, estaba escribiendo Harry. ¡Mala mía!
Espero terminar mañana de subir el resto de los capítulos, todo está yendo sobre la marcha así que conforme acabo me dedico a publicarlo. ʕっ•ᴥ•ʔっ
loads and loads of love
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Happy Birthday, Draco
FanfictionUn recorrido por los cumpleaños de Draco y cómo Charlie trató de hacerlos mejor en los primeros años de su relación. Libro creado para la dinámica de We Love Draco Top por el cumpleaños número 42 de Draco Malfoy. 7 palabras. 7 regalos. 7 capítulo...