Un recorrido por los cumpleaños de Draco y cómo Charlie trató de hacerlos mejor en los primeros años de su relación.
Libro creado para la dinámica de We Love Draco Top por el cumpleaños número 42 de Draco Malfoy.
7 palabras.
7 regalos.
7 capítulo...
Draco resopló mientras Charlie a su lado continuó caminando.
—¿Estamos cerca?
La sonrisa de Charlie se ensanchó ante la pregunta del rubio.
—Falta poco —respondió, y, como si no fuese suficiente, decidió divertirse un poco más—. En realidad, si te dijera que falta todavía una hora de recorrido...
—Me rindo —interrumpió con los hombros hundidos, signo de cansancio.
Charlie negó con la cabeza y tomó la mano de su novio, animándolo a seguir caminando.
—Creo que estoy a punto de ofrecer el mejor regalo que has visto en tu vida, vamos.
Draco resopló nuevamente, pero dejó que Charlie lo guiará por la Reserva.
El simple hecho de poder deambular dentro de la Reserva ya era un gran regalo para Draco; el rubio no se quejaba de las veces que pasaba en la cabaña de Charlie, pero había algo diferente en estar encerrados a estar caminando mientras el pelirrojo explicaba todo lo relacionado a su trabajo, tal vez era la emoción de Charlie lo que hacía que el viaje valiera la pena.
Unos minutos después, Charlie se detuvo.
—Lo adecuado es no pasar este límite, incluso avanzamos un poco más del establecido para visitas —explicó y después señaló alrededor de la llamativa montaña con sus ojos azules brillando—. Ella está tranquila, solo debemos esperar unos minutos a qué despierte de su siesta. No puede ser antes, suele ponerse de mal humor si alguien la despierta. Está saciada y no tendrá hambre hasta medianoche, creo.
Draco ladeó la cabeza, confundido. Estuvo a punto de preguntar de qué carajos estaba hablando, pero un ruido estruendoso llenó el aire y Draco no pudo evitar que todo el aire se escapará de sus pulmones.
De lo que parecía ser una cueva, salió el animal más hermoso que Draco había visto en su vida. Era de un tono de piel nacarado, parecía casi irreal, casi perfecto; por su tamaño, se podría asumir que, era un tanto mediano, pensó Draco al recordar todo lo que aprendió sobre dragones cuando era niño; cuando la criatura extendió sus alas con elegancia y voló, con los rayos del sol impactando en las escamas, los rastros de iridiscentes se hicieron presentes y Draco lo supo.
—Es un Opaleye de las Antípodas —afirmó con una sonrisa que rozaba lo infantil, desde pequeño había sido su tipo de dragón favorito, es capaz de recordar la cantidad de veces que les pidió a sus padres uno—, nunca mencionaste que había uno en la Reserva —acusó con una ceja alzada.
Charlie se rascó la nuca mientras una sonrisa se pintaba en su rostro.
—Llegó hace poco y fue recuperada en el transcurso de Nueva Zelanda a Australia. Fue una suerte que no presentará ningún daño mayor. Normalmente es otra compañera quien se encarga de ella, no yo, la llamó Agatha.
En ese momento, Agatha decidió interrumpir su vuelo para descansar plácidamente en lo alto de la montaña y Draco la admiró anonadado. Después, se giró para ver a Charlie.
—Creo que acabas de cumplir el deseo que tengo desde pequeño —Draco lo sostuvo del antebrazo, algo que Charlie amaba con ferocidad, y susurró cerca de los labios de su novio:— Gracias.
Como respuesta, Charlie acortó la distancia entre sus labios. Se besaron por lo que parecieron horas, de vez en cuando deteniéndose solo para admirar a Agatha jugando tranquilamente por el aire.
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Entonces alguien hasta hoy pudo terminar todos los deberes que tenía pendientes y en vez de terminar esto le agarró el delirio llamado escuchar taylor swift todo el día mientras imagina hc drarry con finales felices... Sí, pero no les diré quien soy looool
La verdad es que Charlie llevando a Draco a la Reserva es de mis hc supremos y aquí algo bonito. Juro por lo que sea que mañana acabo esto, solo quítenme mis playlist de taylor y estaré aquí cumpliendo (:
Para aclarar, aquí dejo una imagen de cómo es Agatha ya que mi descripción vaciló terriblemente y, aparte, creo que nada se compara con la belleza que es, amoooo
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