Happy Birthday, Draco

[07]: Fiesta sorpresa

05 de junio de 2007.
Draco, 27 años.
Charlie, 34 años.

Narcissa arregló un último detalle de limpieza en la sala y se giró para sonreirle forzadamente a Molly Weasley, la cual le regresó el mismo tipo de sonrisa y que había estado terminando de llamar al resto de su familia.

Afortunadamente, Charlie entró a la habitación, salvando a Narcissa de estar rodeada de la familia de pelirrojos.

—Gracias por estar aquí —el hombre le dio un beso en la mejilla como saludo, con una sonrisa extendiéndose por su rostro—, es un honor para mi que haya aceptado ayudar.

La mujer negó con la cabeza —El honor es mío, otra oportunidad para regresar a la vida de mi hijo no la perdería por nada.

—Sé que estos meses han sido difíciles para ambos, Draco ya había pensado en pasar más tiempo con usted, solo moví unos hilos.

Antes de que Narcissa pudiera responder, en ese momento, se escucharon pasos fuera del departamento y todos guardaron silencio, apagando las luces. Entonces, cuando estaban a punto de gritar "¡Feliz Cumpleaños!", no fue Draco quien entró al hogar, sino Lucius Malfoy.

La señora Malfoy suspiró y le otorgó una sonrisa cálida a su esposo, el cual se acercó mientras los cuchicheos llenaban el lugar. Con un beso en la comisura de los labios, saludó a Narcissa mientras que, con gran esfuerzo, estrechó la mano de Charlie, fijando su mirada en el anillo de compromiso.

El pelirrojo sonrió con superioridad, sin duda un rasgo que había copiado del propio Draco. Sabía que fue el señor Malfoy quien decidió meses atrás el prohibirle a Draco el acceso a cualquier cámara de Gringotts relacionada a su herencia, afortunadamente el rubio tenía su propio dinero gracias a su arduo trabajo en San Mungo; aunque eso le costó al rubio dejar sus gastos extremadamente altos en cuanto ropa de marca, al menos hasta que su padre se enteró de cómo Charlie le entregó un anillo a Draco y viceversa, sellando una futura unión. Pasaron horas del suceso hasta que Lucius Malfoy apareció para felicitarlos al lado de una Narcissa feliz por su hijo.

Así que hacer al señor Malfoy retorcerse internamente era todo un placer.

La puerta se abrió de nuevo y todos contuvieron el aliento, hasta que notaron quienes eran.

—¡Ahí viene! ¡Ahí viene!

La voz emocionada de un Teddy de 9 años inundó el hogar y Harry, a su lado, sonrió ante la emoción de su ahijado.

—Veníamos en camino y Teddy se dio cuenta que Draco entró en la panadería, la que está a una cuadra, así que llegamos lo más rápido que pudimos.

Todos asintieron en comprensión. Tanto Harry como Teddy se acercaron a saludar a los invitados. Al final, el niño se quedó al lado de Hermione jugando con la pequeña Rose que estaba en los brazos de su madre mientras su padrino platicaba con Ron sobre el último partido de Quidditch.

Charlie en ese momento, al ver a las personas más importantes para él y especialmente para su prometido, supo que Draco nunca más se la pasaría ni un segundo triste cada cinco de junio, cada cumpleaños. Todo estaría bien, ellos estarían bien.

Fue la sonrisa de Draco cuando vio a todos en su hogar gritando "¡Feliz cumpleaños!" lo cual le confirmó ese pensamiento. Sin embargo, se prometió a sí mismo que seguiría dando lo mejor cada cumpleaños de Draco. Al final, tenían muchos años por delante juntos y siempre podría pedirle a sus amigos consejos sobre qué podría regalarle al rubio.

Esa idea lo emocionó completamente, tal vez por eso comenzó a pensar en sí un viaje sería lo adecuado para el siguiente año.

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Entonces aquí termina todo. No tengo palabras para agradecer los votos y los comentarios que han dejado en esta historia, mi corazón de pollo lo aprecia al cien <333
Espero poder comenzar a publicar otras historias, así que ojo!!
Mucho cariño y besos de mi parte a cualquier personita que me haya dado la oportunidad con esta historia. Sobre todo un abrazo enorme a Just_Melom porque sin ella nunca me hubiese animado a unirme a su dinámica, dejar mi miedo y publicar por primera vez después de años. ^-^

loads and loads of love