Para mi chico malvado (español)

Capitulo 06

¡A la mierda todo!

Narra At.

Blanquee los ojos.

-No me interesa.- Golpeé la mesa con fuerza. Arrebatando los papeles de la mano del chico delante de mí en la cafetería y torciendo mi sonrisa al punto de ser arrogante ante los ojos ajenos.- ¿Por qué no solo te vas? Me aburres con tu voz, solo me provocas sueño.

El chico abre y cierra los labios, como un pez. Su rostro se vuelve rojo de la vergüenza antes de marcharse de prisa, metiendo todo descuidadamente en su bolso para huir. Patético.

Me dejé caer sobre la silla con fastidio. Kim no ha dicho ninguna palabra, ni siquiera ha despegado su mirada del móvil, pero sé que está atento alrededor. Desde que mis cuentas no tienen actividad bajo el nombre de Thorn, mil y un bastardos vinieron desesperados con sus declaraciones de amor. Rogando por una mísera oportunidad.

¿Acaso mi situación es tan obvia para que todos lo supieran ya?

-Esos hijos de puta- murmuré.

Miré la carta de amor en mis manos. Esas acaramelas palabras que me hacen vomitar por lo cursi que pueden llegar a ser los humanos. No necesito aceptar sus ridículas declaraciones. Rompí el papel en pequeños pedazos con rabia. Estoy cansado de tener que lidiar con estas personas desde temprano por la mañana hasta la hora de salida, ¡Siendo incluso atormentando en mi bendita y maravillosa hora de almuerzo! ¿Acaso no tienen amor propio?

¡Deja de declararte, no me interesas y nunca lo harás!

Estoy tranquilo, a veces, con respecto al tema de Thorn. Tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para bloquearlo de las redes sociales y enviar su número telefónico a mi lista negra de contactos. Aunque debo admitir, muy a mi pesar, que lloré al recordar sus ojos y el tacto amable de sus manos. En ese momento sentí un dolor asfixiante en mi pecho y tuve que llorar para deshacerlo, a la mañana siguiente mis ojos estaban hinchados y rojos. Mi apariencia era lamentable.

-¿Qué harás con tus nuevos pretendientes?

Mire a Kim. Alce las cejas impresionado, sus primeras palabras en el día.- Increíble, me diriges la palabra para ayudarme con mis problemas por primera vez.

-¿Quién dijo que te voy a ayudar?- Kim sonrió torcidamente.- Solo quiero burlarme de tu desgracia en tu cara.

-¿Por qué seguimos siendo amigos?

-Me adoras- dijo Kim, levantando la mirada del móvil para observarme a los ojos fijamente.- Y porque soy el único capaz de soportar tu mierda y viceversa.

Solté una risa escandalosa por varios segundos.

-Cuando tienes razón, tienes razón, Kim.

Me hubiera gustado decir que el día pasó sin más inconvenientes, pero los perros siguieron viniendo. Me persiguen en los pasillos, en clase ¡Hasta en el baño! Corren con flores, regalos, y cartas. Y en el único momento que pensé estar a salvo, apareció la cabeza de Techno por la puerta. No sé qué dice, pero hace señales ridículas con las manos para intentar comunicarse con nosotros mientras la profesora da su lección.

-¿Qué está haciendo tu novio?- susurré a Kim. Frunciendo el ceño, extrañado.

Kim se encoge de hombros.

Techno señala sin parar el móvil haciendo muecas de frustración. Parece darse cuenta al fin que no podemos leer sus labios y movimientos raros que lo hacen ver como un loco que huyo de un hospital psiquiátrico.

-¡Mira tu celular, por un carajo!

Muerdo mis labios para evitar reírme cuando Techno grita de una vez con fuerza, y todos, incluida la profesora, se quedan en silencio. Mirando hacia la puerta donde esta Techno con el rostro rojo de vergüenza.