Para mi chico malvado (español)

Capitulo 04

¡No es nuestra esposa, es mi esposa!

Narra Thorn.

¿Quién es ese bastardo que dice que MI esposa también es suya?

He revisado por días enteros la página de aquel bastardo descarado y cuánto más veo, más me retuerzo de furia. No solo tenía fotos con Nong At en mil lugares, había publicaciones acompañadas de emojis de corazones mientras hacía referencia a la belleza de mi esposa. Debo admitir que no es feo, pero claramente soy más guapo que él, también más alto, musculoso y mayor: ¡Hola! ¡Soy mucho mejor que ese idiota, esposa!

Es otro bastardo que antes fue rechazado por Nong At, solo que, al parecer, había tenido la fortuna de conservar una amistad con él. No me gusta, no me agrada si me lo preguntan. Desde que me enamoré de Nong At, me encargué de espantar a todos los pretendientes que pude, y eso era doble moral al haber sido un mujeriego, pero no soportaba la idea de que uno de ellos triunfara en el pequeño corazón. Fui egoísta.

Quiero poder ir hasta Nong At y dejarles a todos en claro que estamos coqueteando seriamente, pero no puedo. Le había prometido a Phi Korn que no me acercaría a Nong hasta que solucionara todo mi pasado. Me había parecido una decisión justa y razonable, pero al pasar los días solo quería morirme en mi miseria. No, quería golpearme por no tener un pasado más sencillo y menos complicado.

Estuve con muchas personas, un jugador podemos decir. Nunca me involucré en una relación seria y siempre tuve a alguien en mi cama si quería. Muchas de esas personas con las que seguía teniendo contacto hasta el día que Nong vino al evento en la Universidad y Phi Korn lo sabía, por eso no me negué cuando me hizo jurar que terminaría cada lazo antes de siquiera intentar coquetear con su hermano menor.

Fue complicado, tuve que hacer una larga lista para no olvidarme de nadie y buscarlos uno por uno. Tuve que disculparme sinceramente, cortar lazos, y ser golpeado más de una vez. Me insultaron, lloraron, me atacaron. Y no pude defenderme en absoluto, no porque no pudiera, me merecía el trato al jugar con los corazones de tantas personas.

-Hoy estás suspirando mucho- Dijo Paula dándome la comida que pedí.

-Esto de estar lejos de mi esposa... no me gusta- Hablaba bajo, tuve que levantar mi cabeza de mis brazos para sentarme correctamente.- Lo tuve por un momento conmigo, y ahora que está lejos, no puedo acostumbrarme a estar sin él de nuevo.

-Solo ve a buscarlo, olvida lo que le dijiste a Phi Korn- había dicho Paula como si fuese tan sencillo hacerlo.- ¡Mira a Bohn! Va a buscar a su esposa cada vez que tiene tiempo.

-Eso es porque Phi Korn dijo que yo si era un buen hombre para su hermano, no como otros- Golpe bajo, Ai'Bohn. Un golpe muy bajo.- Al menos podrías escribirle, Fiat dijo que te está maldiciendo porque piensa que jugaste ese día.

-¡Realmente no puedo!- ¿Cómo explicar que Phi Korn juró acabar conmigo si contactaba con su hermano antes de arreglar mi mierda?- ¡Agh, extraño a mi esposa, Bohn!

Pero Bohn no me hace caso, le parece más interesante seguir su conversación con Nong Fiat que consolar a su pobre mejor amigo.

-Te dije que ser así un día de estos te iba a caer mal- Me regaña Paula, su cuchara golpea mi cabeza.- ¡Mira lo que ha pasado! Estás todo dolido por los golpes de esas personas ¿Acaso no temes que alguno de ellos busque a Nong At y le diga todo?

Nunca había pensado que alguien pudiera hacer eso.

-Eres un tonto ¿Realmente no lo pensaste?- Paula suspira. Ella es como la madre del grupo y una de las pocas chicas en Ingeniería, tanto así que su popularidad era mayor que la de Bohn y la mía juntas. La reconocían como la luna de la universidad, muchos chicos iban tras ella, pero Paula tiene novia y casi nadie lo sabe.- ¡Mira si van a buscarlo! Nong no va a querer saber nada de ti y no vas a tener la oportunidad de coquetear con él, imbécil.