Capitulo 09

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El cuñado viene

Narra At.

-Nong At.

Me giré para ver a la persona que me llamaba. Junté mis manos para saludarlo. Era realmente extraño que un maestro viniera a buscarme a estas horas de la mañana. No. Era extraño siquiera que me buscara.

-¿Necesitas algo, Phi?- pregunté con curiosidad.

El profesor Tan negó con la cabeza. Señaló hacia las puertas del colegio.— Te busca alguien, dice que es de tu familia, pero no quiso decirme quién es.

-¿No se habrá equivocado? Nadie me aviso que vendría a buscarme.

-Me mostró una foto tuya, no me equivoco de At.

-¿Y Fiat?

-Solo me dijo que te buscaba a ti, no a tu hermano.

Agradecí a mi superior con una sonrisa hasta que se marchó. Me giré sobre los talones para observar a mis amigos que me miraban con curiosidad, menos Kim, Kim seguía con la mirada pegada en el móvil. Como siempre.

-Entonces... iré a ver...- dije señalando el camino. -¿Vienen o...?

-Te veremos desde lo lejos, solo por si intentan secuestrarte- habló Lucas sonriendo.

-Ten esto- Nina me dio su lima de uñas.Es para defenderte si te intentan llevar, ¡clávale en los ojos, hijo mio!

-¿Te estás dando cuenta de lo que dices?- le pregunté a Nina.

Mi amiga asintió con la cabeza despacio.

Fruncí el ceño. Abrí y cerré varias veces mis labios, intentando maldecir a mis amigos, pero decido no perder más tiempo. La curiosidad está matándome y no veo a Fiat cerca para arrastrarlo conmigo. Últimamente Fiat esta distante.

Mi gemelo no solía ser distante con nadie. Pero ahora lo veo distraído todo el tiempo. Le avisé a mamá sobre el cambio en el estado de ánimo de Fiat... mamá insiste en que estamos en una edad donde eso es normal y que no debería preocuparme tanto.

-¡Nong At! ¡Aquí, aquí!

Una pequeña figura salta emocionada. Viste ropas caras y está apoyado en un auto deportivo de lujo. Su rostro es infantil y tiene los grandes ojos... que alguna vez yo insulté.

¿¡Qué hace el hermano de Phi Thorn aquí!?

-Por fin, no sabes la emoción que tenía por venir a conocerte de una buena vez.- Soy un poco más alto que Phi Bar. Le es fácil colgarse de mi brazo y arrastrarme con él... Espera... un minuto... ¿¡Dónde me lleva!?

-¡Phi! No puedo abandonar la escuela así como así.- Expliqué resistiéndome a sus empujones para meterme en el asiento del copiloto.

-¡No te preocupes por eso! Mi bebé ya habló para que no tengas problemas.

Phi Bar hace un esfuerzo sobrehumano para intentar meterme en el auto. ¿Esto puede llamarse secuestro, verdad?

-Phi, Phi, todas mis cosas están dentro todavía- rogué que me soltará.

-Ugh... le diré a tu hermano que las busque por ti.

-¡Pero, Phi, ah!

Mi cabeza chocó contra la puerta y Phi Bar aprovechó mi dolor para meterme por completo, cerrando las puertas con seguro de inmediato.

Al final, ganó. Fui llevado a un restaurante lujoso en el centro de la ciudad, las personas vestían ropas elegantes y yo solo usaba mi uniforme desprolijo de estudiante. Era incómodo desde el comienzo. Trataron a Phi Bar como a la realeza y ya tenían la mesa preparada para su llegada.

Para mi chico malvado (español)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora