Feitan Portor

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Advertencia:
Contenido sexual.






















Me encontraba en un carro con Feitan, en dirección a la guarida por una reunión de la Araña, hoy planeaba unirme a esta,  ya que me lo han ofrecido varias veces.

En un momento, Feitan estaciona el carro en una calle algo abandonada. —Feitan, ¿Está todo bien? —Pregunté.—
Él no respondió la pregunta.
—Sólo sígueme.—Dijo con voz ronca, yendo hacia la parte de atrás del carro.

Lo seguí, y apenas lo miré, se abalanzó contra mí, besándome con sus delgados y húmedos labios, entrelazó sus dedos en mi cabello, así alargando el beso, aproveché para introducir mi lengua en su cavidad bucal, tomándolo por sorpresa, sin embargo, se incorporó rápido.

Detuvo el beso, para empezar a mordisquear mi cuello, causándome un par de gemidos suaves. Empezó a desabrochar mi blusa, mientras se acomodaba para sentarse encima mío, como señal de dominio. Desabrochó 4 botones, que fueron suficientes para dejar mi brasier al aire, el cuál después de segundos desapareció, así dejándole libre para hacer lo que quiera con mis pechos.

Lamió mis pezones rápidamente, haciendo que gimiera. Luego los mordisqueó y pellizcó, para después hacerme varios chupones por todo mi pecho, estaba demasiado excitada, y se notaba que él también, debido al bulto en sus pantalones.

Ahora me tocaba a mí. Rápidamente, cambié la posición, ahora yo quedando encima de él. Lo besé con pasión y lujuria, para después pasearme por su cuello, dejando marcas en mi camino, dejando es claro lo que es mío. Le bajé la cremallera del pantalón, para bajar su bóxer y dejar libre su duro miembro.

Lo primero que pasó por mi cabeza fue "lo que no tiene en altura lo tiene acá abajo..." Era enorme, mucho más grande de lo que pensé. Empecé a hacer movimientos de arriba a abajo, admirando su cara de excitación.

En verdad nunca imaginé ver a mi lindo enano sádico siendo tan sumiso... Eso me excitaba aún más, se veía tan lindo, dejándose masturbar. Seguí con lo mío, luego de un rato, metí su gran miembro en mi boca y empecé a lamerlo, haciendo movimientos circulares, y luego metiéndolo completo en mi cavidad bucal.

Ahora dejé que él tomara el control. Se dirigió inmediatamente a las prendas que me quedaban, quitándolas en un santiamén. Y aún mucha mas espera, empezó a masajear mi clítoris con movimientos redondos, cosa que me estimulaba bastante.

Metió un dedo de sorpresa, por lo que solté un fuerte gemido, para luego gemir su nombre. Metió otro dedo y empezó a lamer el líquido viscoso que escurría por mi vagina. Cansado de aguantarse, metió su miembro en mí, se sintió tan bien, era el paraíso, hizo que lo montara, luego de varias embestidas, ya me sentía cerca de terminar.

Terminé en él y viceversa, luego de vestirnos, nos dirigimos a la guarida, pensando en una excusa para dar.
FIN.


















Holaap
Aquí les traigo un escenario de uno de mis personajes favoritos, Feitan.

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