THE HEALER │will byers

𝐏𝐑𝐎𝐋𝐎𝐆𝐎 | ayuda con las pesadillas

𝐏 𝐑 𝐎 𝐋 𝐎 𝐆 𝐎
S∀˥˥Iᗡ∀SƎԀ S∀˥ NOƆ ∀ᗡ∩⅄∀

DECIR QUE GREG NO SOÑABA CON LO OCURRIDO EL AÑO ANTERIOR ERA UNA TERRIBLE MENTIRA. Aún se revolvía entre las sábanas de su cama, sudando y temblando como un hombre torturado por la guerra. Solo su hermana mayor, Tabitah, tenía el poder de consolarlo esas noches duras, donde el demogorgon y el Desuellamentes los perseguían, siempre estando a nada de matarlos. Y el rostro asustado de Will, sufriendo como ningún otro pudo, causándole a Greg un miedo peor que cualquier monstruo.

Quizás estos problemas podían arreglarse con ayuda psicológica pero, ¿cómo él podría decirle a sus padres que necesitaba un psicólogo porque en los últimos años peleó con seres que venían de otra dimensión, a través de un portal mágico en un edificio secreto del Gobierno y habían sido salvados por una niña pelona que sangraba por la nariz cada vez que hacía volar autos con su mente?

Su padre lo molía a golpes por cosas que sonaban menos estúpidas.

Mucho tiempo transcurrió después de que Once cerró el portal. Todo en Hawkins volvió a la normalidad: regresaron a la escuela, a jugar Calabozos y Dragones, o al arcade los fines de semana. Lo único diferente era que ahora Mike y Once salían, al igual que Lucas y Madmax, y que el rico y popular Steve Harrington se había vuelto la niñera del grupo. De resto, la vida de todos recuperó la monotonía a la que se habían desacostumbrado. Llegaron a la conclusión de que sería mejor de ese modo. Lo pasado queda en el pasado, o eso es lo que dicen por ahí.

Greg hacía su mejor esfuerzo por no olvidar esa frase.

Las vacaciones de verano estaban a la vuelta de la esquina, faltando tan solo un día para que otra tortura llamada el colegio acabara por fin su ciclo. A Gregory no le molestaban las clases. En resumidas cuentas, es un chico bastante aplicado, bueno en todo lo que tuviera que ver con estudio, lo que los populares y bravucones del colegio (la verdadera tortura) llamarían un nerdazo. Y sumándole que le gustaban las películas de culto y los juegos de rol, también era un nerdazo perdedor. Los lentes, granitos y el cabello graso tampoco le ayudaban mucho con el estereotipo.

Lo que le gustaba de las clases era que podía estar con sus amigos casi todo el día. Tabitah le decía que ese motivo es demasiado cursi, pero a Greg no le importa aceptar que la verdad es que sus amigos lo son todo para él. Especialmente, Will Byers.

Ese día le tocaba recogerlo para ir juntos a la escuela. No es que Will no tuviera quien lo llevara, pues Joyce y Jonathan estaban disponibles, pero Greg se tomó personal la tarea de escoltarlo siempre que salía de casa rumbo al colegio. No quiere ni siquiera pensar que algo como la desaparición de hace años pueda volver a ocurrirle.