Konohalipsis [ShikaTema y más]

Capítulo 3 "Lo que alguna vez fue"

Narración general

DOS DÍAS DESDE EL PRIMER CONTACTO...

Fumiko hizo memoria recordando aquél día, su representante le había dicho que ya que su fama había subido tanto, habían contratado un nuevo chófer para ella. Uno que además sería su guardaespaldas, el responsable de su seguridad.

Fumiko lo aceptó sin más, al entrar al mundo del modelaje y crecer dentro del mismo claro que sabía en lo que se metía, de hecho ella creció tanto que entró al mundo de la actuación, primero con algunos papeles secundarios y quien sabe, quizás algún día conseguiría una protagónico.

Al salir de la última sesión de fotos para la colección primavera, verano. La Uchiha vió que junto a su auto había un joven pelirrojo, parecía más o menos de la edad de su hermano Itachi, años más años menos.

Otro detalle que llamó la atención de la Uchiha fueron los ojos del muchacho, eran de un color rojo escarlata, una tonalidad preciosa debía admitir.

Sin embargo ella no tenía tiempo para eso, en ese momento de su vida se encontraba luchando una difícil batalla, pues una mujer que vino de Suna estaba amenazando con quitarle al hombre de sus sueños. Shikamaru Nara, y eso por supuesto que no lo podía permitir, por lo que aunque si consideraba que su nuevo chófer era atractivo, ella tenía sus objetivos claros como el agua.

—Mucho gusto señorita Uchiha, yo soy...— pero el pelirrojo no pudo seguir hablando ya que Fumiko de inmediato, con su típica actitud prepotente habló antes de que terminara con su presentación.

—No me interesa saber tu nombre en este momento, "únicamente limita te a hacer bien tu trabajo" llévame a esta dirección— la Uchiha le mostró su celular por un par de segundos dónde venía marcado el lugar al que ella quería ir, que no era otro lugar que la residencia Nara.

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Fumiko miró a su ahora esposo y esbozo una pequeña sonrisa.

—Sí, recuerdo que te dije que te límites a cumplir con tu trabajo— aseguró Fumiko.

—Cierto, mi trabajo siempre fue protegerte Fumiko— Yami se acercó más a la Uchiha, quedando a pocos centímetros de su cara—. Y lo único que cambió desde entonces es que ya no sólo debo protegerte a ti, también debo proteger a la niña más hermosa e inteligente del mundo, pero claro, es normal, después de todo salió igual a su madre— Yami esbozo también una pequeña sonrisa, algo no muy común en él. Tampoco tan extraño, pero no regular.

—No me agrada la idea de que te vayas, aunque sea por una causa de fuerza mayor. Me moriría si algo te sucede— Fumiko se contenía, aunque algunas lágrimas querían salir de sus ojos.

—Tú sabes que no es por gusto, pero si con ello les doy una oportunidad a ti y a Kazumi. Lo haría una y mil veces— Yami lo único que quería era quedarse junto a su amada familia, la idea de dejar a las dos mujeres más importantes de su vida le aterraba.

—Siempre tienes que hablar de esa forma— Fumiko hizo un esfuerzo por cambiar el ambiente, no quería que su conversación empezara a sonar como una despedida.

—Mi trabajo es cuidar de ti y de Kazu...— Yami no pudo seguir hablando, pues Fumiko tomó la palabra.

—Todo eso cambió el día que iniciamos nuestra relación, el día que nos casamos, desde ese momento tú y yo cuidamos el uno del otro y ambos de Kazumi, así es como las cosas deben ser— Fumiko miró directo a los ojos escarlata de Yami.

La Uchiha se regañaba mentalmente por casi haber dejado escapar a semejante hombre en el pasado por culpa de uno que jamás correspondió su amor, la vida debía quererla, pues no fue demasiado tarde cuándo se dió cuenta.