¡Me preocupa tu nivel de zorrería!

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GREG

Ha pasado ya una semana desde que volvimos de la villa... una semana ya desde que retomamos nuestras vidas (si puede decir así) en el punto exacto donde la dejamos antes del desate de líos. Decidimos mantener un perfil bajo, aunque seguimos estando alerta y preparados para cualquier cosa que ocurra. Desde que volvimos he notado a Candice un tanto distante y distraída. Bien es cierto que todo este dilema le preocupa mucho, pero sé que hay algo más... detrás de cada palabra, sonrisa  o beso que me da... hay algo más y sé que se debe a Nick.                  La noche en la que llegue a la villa, estaba tan destrozado por la noticia de la muerte de mi padre. Lo único que deseaba más en ese momento era refugiarme en los brazos de mi chica, más al llegar a la villa encontré a mi Candice abrigando y refugiando con sus brazos a mi hermano. Esa imagen me descrestó por completo. Nick descansaba profundamente, tenía el semblante serio pero aun así se notaba un poco relajado, atribuí ese efecto a los brazos cálidos de Candice, porque ya he estado allí en anteriores ocasiones, soy bastante consciente de lo que puede causar en mí la presencia de ella. ¡No tenía idea de lo que pasaba allí! ¡No quería saberlo tampoco! Así que me retiré de la habitación y continué como si nada hubiese visto yo.... Como si nada hubiese pasado.

-Greg... Greg... estoy hablándote hace rato- dice Candice chasqueando sus dedos frente a mi rostro y enseñándome su sonrisa cautivadora. Estamos en la cafetería de la universidad, esperando a su amiga Raylee y a su chico de semana o algo así.

-Lo siento, ¿qué me decías?- le respondo acariciando su mejilla y depositando un beso en sus labios.

-Que hoy es la fiesta de bienvenida de Raylee. Ya sabes, por lo de su regreso de París... lo va a celebrar en la casa del lago de sus padres. Y ya sé que no te gusta ese sitio y eso pero va a estar muy bueno, tenemos que ir. Greg la vamos a pasar muy bien—responde con su mejor cara de puchero, eso me gana siempre.

— no te puedo decir que no—le digo riéndome y admitiendo mi derrota—tú y yo vamos a pasar un tiempo a solas... hace días que no te tengo solo para mí- beso sus labios y muerdo su labio inferior, lo cual hace que se tense. Rio en su boca y ella me da una palmada en la frente.

— Greg, ¿puedes esperar a mi fiesta esta noche? Allí le puedes hacer todo lo que quieras, por favor estamos en la cafetería — interrumpe la bella e inocente Raylee, nótese el sarcasmo en los epítetos.

-¡Raylee!- chilla Candice corriendo hacia su amiga y abrazándola eufóricamente- eres la peor zorra de la vida. Existen redes sociales, celulares, teléfonos, email... ¡Te odio!

-Me amas amiga y bueno ya, deja de llorar. Lo importante es que te traje regalos... eso es lo que te gusta, sabes que sí- contesta la rubia- ahora Greg, me la robo, es mía hasta la fiesta- me dice y le respondo con cara de poco amigos. Lo último que quiero es dejar a Candice con Raylee. Ya me conozco sus juegos y sus andanzas no me gustan para mi chica. Pero ¿qué le puedo hacer? Es su mejor amiga.

-¡Nos vemos en la fiesta amor!- se despide de mi Candice con un suave beso.

CANDICE

Ha pasado una semana desde que volvimos de la villa. Una semana sin saber de Nicholas, una semana sin poder dormir bien. Por una razón que desconozco mi consciencia no está tranquila... oh bueno, quizá si conozca la razón, sólo no me atrevo a admitirla.

-entonces.... ¿hay otro Greg? ¿Puedo quedármelo? — ruega Raylee alzando sus cejas de la manera en la que ella sabe hacerlo. Estamos en su habitación poniéndonos al día con todo. Le conté sobre lo que me enteré de Greg y Nicholas, me conté todo lo que había pasado y a diferencia de mí, Ray estaba fascinada con cada detalle. Siempre ha mostrado creciente agrado por cualquier tipo de situación anormal, aventurera y dramática, así que todo esto para ella es divertido. Así es mi amiga.

¡Tú y tu otro Tú no tan Tú!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora