GREG
4:10 am. Fue un grandísimo error asistir a esta fiesta de mierda. Pasé más de dos horas buscando a Candice por toda la casa y sus alrededores. Nadie me da razón de ella y eso me enfurece más. ¡Diablos! Lo que me parte la cabeza en dos es el hecho de que su distancia hacia mí se debe de forma exclusiva a mi estupidez. Llevo más de una hora y media tocando, golpeando y azotando cualquier puerta que vea en esta casa.
Sé que Candice se quedará a dormir aquí con Raylee, y es por ello que no pienso marcharme de aquí. Necesito hablarle y aclararle todo lo ocurrido. ¡Jodida mierda! Gracias a la perra de Megan estoy metido en este gran malentendido. Sólo quiero que Candice me escuche, aunque quizá no sea una muy buena idea en estos momentos. Realmente el desespero me está carcomiendo, no sé qué puedo hacer. Después de deambular nuevamente por la jodida casa con mi amigo Jack Daniel's, decido dirigirme por cuarta vez en esta madrugada al cuarto de Raylee, es muy probable que mi novia se encuentre allí, o la rubia... ella puede darme información de mi Candy.
Noto mi estado de embriaguez cuando emprendo mi camino escaleras arriba. Todo gira cual remolino, más eso no detiene mi objetivo. Ya he decidido firmemente y bajo los efectos del whiskey que no abandonaré esta mierda hasta que llegue a hablar con Candice. Yo no hice nada malo, además ella debe darme explicaciones de otras situaciones que me están incomodando, como el hecho de que muchos hoy han afirmado que la habían visto pasar todo el tiempo conmigo durante la noche, cosa totalmente falsa. ¿Si no estaba conmigo entonces con quien otro andaba? y ¿por qué toda la jodida noche?
Cuando llego a la tan conocida puerta blanca y adornos dorados, toco con todas mis fuerzas, recordando como mierda me siento por haber discutido con mi Candice. Odio estar así, peleándome con ella y lo peor ella ignorándome.
-¡Candice! Abre la puerta tenemos que hablar- espeto con fuerza. Quise sonar más sutil, pero eso es mierda, no pude. Espero seis segundos para retomar mi labor de tocar fuertemente. -Abran esta mierda o la derribo- paso una mano por mi cabello como señal de frustración e ira.
-¡CANDICE! -grito con furia, pateando la puerta con tenacidad.
-
-¡Deja de joder maldito aquí no está esa perra! - escucho una voz femenina gritar desde el otra lado. Por un momento pienso que es la voz de Raylee, pero no. Esta chica casi que chilló y la voz de Raylee es un poco gruesa, además ella no se referiría a Candice de esa forma con otras personas. Ella le lanzaría esa expresión de frente. A Raylee no le gustará enterarse que en su cama están follando y posiblemente consumiendo algún tipo de droga. Tú eres la única perra aquí, pienso en responderle pero me veo interrumpido por la voz de un chico.
-Caytlin, zorra, no le digas así a mi hermana- ¿qué demonios? ¡Juaco! ¡Juaco está aquí! Follando y posiblemente consumiendo algún tipo de droga, en la habitación de la que un día fue su más fiel amiga, por lo que sé.
-Juaco, no es de mi incumbencia pero ¿qué demonios pasa allí adentro?
-¡Lárgate Bulha! Puedo escuchar lo ebrio que estás- responde éste con fuertes carcajadas que me hacen fruncir el ceño y confirmar mi hipótesis. Juaco está drogado... otra vez.
-Y me vale mierda Juaco, abre la maldita puerta o la parto en dos.
-Pues hazlo, eso pondrá muy feliz a la rubia- Ríe nuevamente y puedo notar rencor en sus palabras. ¿Qué mierda habrá pasado entre estos? Aspiro y tomo fuerza para darle una gran patada que abre de par en par la puerta. Está destrozada y me vale huevo que se altere la rubia. Juaco está jodiendose allí adentro.
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¡Tú y tu otro Tú no tan Tú!
ChickLitEsta es la historia de los gemelos Thompson, que por circuntanscias ajenas a su voluntad fueron separados al nacer y dados en adopción a familias muy distintas entre sí. Nicholas y Greg cuando se enteran de la verdad, deciden hacer hasta lo imposibl...