Mary. [ BILLY HARGROVE ]

ix. CAPÍTULO SIETE

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Todo el día se prolongó, Mary intentaba despertarse antes de llegar a su examen de historia. Estudió su segundo período libre, luego tuvo que pasar al tercer período. Ese día, el entrenador dejó que las niñas se sentaran en el gimnasio y no hicieran nada mientras miraban a los niños jugar al baloncesto.

No se opusieron exactamente a eso, pero Mary odiaba tener que escuchar todos los susurros sobre Billy o Steve. El silbato para el juego volvió a sonar fuerte, Billy regateaba lentamente por la cancha. Steve lo estaba protegiendo, saltando de un lado a otro con la esperanza de quitarle el balón al descamisado que estaba frente a él.

"¡Vamos!" gritó el entrenador.

"¡Pásalo!" gritó uno de los chicos.

"¡Ábrete!" Billy gritó. Su mirada se desvió hacia Steve frente a él, una risa escapándose de su garganta. "¡Está bien, está bien! Rey Steve." Mary lentamente puso sus cosas a un lado, inclinándose hacia adelante para observar el encuentro. "Me gusta. Jugaste duro hoy".

"¡Jesús! ¿Alguna vez dejas de hablar? ¡Vamos!" gritó Steve.

"¿Qué?" Billy se rió. "¿Tienes miedo de que el entrenador te envíe a la banca ahora que estoy aquí? ¿Eh?" Dribleó un poco más antes de cargar contra Steve, enviando su cuerpo al suelo. Billy levantó la pelota para una bandeja, obteniendo otros dos puntos para su equipo. Conectó los ojos con Mary, guiñándole un ojo con una sonrisa. Se inclinó hacia atrás lentamente, cruzando los brazos. Se volvió hacia Steve, agarrándolo de la mano y susurrando algo. Luego arrojó a Steve al suelo, pasando por encima de él y volviendo al juego.

Mary miró a Steve en el suelo, con el ceño fruncido curvando sus labios hacia abajo mientras lo veía levantarse lentamente. El resto del juego fue mayormente así. Billy hacía que Steve quedara en ridículo, las chicas vitoreaban cada vez que alguien hacía algo remotamente genial.

"Entonces, Mary", dijo Tina deslizándose hacia ella, "Parece que Billy está loco por ti".

"Parece que sí", dijo Mary, mirando a Tina. "¿Por qué? ¿Lo quieres?"

"Si estás de acuerdo con eso, iba a intentarlo", dijo Tina con un pequeño encogimiento de hombros. Una idea apareció en la cabeza de Mary y una sonrisa creció en su rostro.

"Sabes, Tina, Billy me ha dicho personalmente que cree que eres una de las chicas más atractivas de la clase de último año. Le encantaría que hablaras con él para poder llevarte a casa y estudiar con él", dijo Mary, asintiendo lentamente hacia Tina. "Entonces, sí, diría que deberías intentarlo".

"¿¡De verdad!?" Tina preguntó con los ojos muy abiertos. Mary asintió con la cabeza hacia ella, Tina chilló un poco en respuesta. "¡Muchas gracias, Mary!" Se puso de pie y corrió hacia sus amigas, Mary se recostó con una amplia sonrisa ante lo que probablemente acababa de hacer.