Mary. [ BILLY HARGROVE ]

lv. EPILOGO

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Las sirenas sonaban distantes, pero todos en el centro comercial podían escucharlas. Fue la cabeza de Mike la que se levantó primero, girando la cabeza para ver que Nancy y Jonathan se habían unido a ellos en la parte inferior de la escalera mecánica. Robin estaba de pie con Will y Lucas, quienes podían comenzar a escucharlos. Robin caminó lentamente hacia Steve, colocando una mano en su espalda para consolarlo.

Siguió llorando, Robin se agachó y lo abrazó con fuerza. Cayó sobre ella, y fue entonces cuando Nancy hundió la cabeza en la camisa de Jonathan. Inmediatamente le devolvió el abrazo, dejándola llorar. Will pudo sentir las lágrimas salir de sus ojos, cerrándolos rápidamente para parpadear. Lucas solo le dio una palmadita en la espalda, jalando a Will hacia su costado.

Billy escuchó las sirenas acercándose, su cabeza se movió lentamente desde el pecho de Mary. Esperaba que cuando lo moviera hacia arriba, la vería comenzar a respirar de nuevo, pero no lo hizo. Ella permaneció igual, y él sollozó una vez más. Apretó su agarre alrededor de ella, no queriendo soltarla nunca más.

Las sirenas se acercaron y Billy supo que se la iban a llevar. Respiró hondo y volvió a mirarla. Levantó su mano derecha, sin importarle que estuviera temblando violentamente. Lo colocó contra su mejilla, estudiando su rostro cuidadosamente.

"Mary", susurró. "No hagas esto". Negó con la cabeza, sintiendo un nudo en la garganta. "Despierta, bebé. Necesito que te despiertes". Respiró hondo, todo el lugar estaba en silencio, inmóvil. Las sirenas se hicieron más fuertes y la familiar luz azul y roja iluminó el oscuro centro comercial. El clic del megáfono ni siquiera hizo girar la cabeza.

"¡Si hay alguien dentro del centro comercial, salir de inmediato con las manos en alto!" una voz gritó a través del megáfono. Billy sintió que se le contraía la cara de nuevo y siguió llorando aún más.

"Hargrove," gruñó Steve. "Tienes que llevártela".

"No quiero", respondió Billy. Jonathan hizo señas a todos los niños para que lo siguieran y todos subieron la escalera mecánica. Robin le dio a Steve una pequeña palmada en la espalda, subiendo las escaleras también. Steve se levantó del suelo y rodeó a Mary para mirar a Billy. "Ya te lo dije, Harrington-"

"Billy", interrumpió Steve. Lo miró desde el rostro de Mary, los labios temblaban al ver cuánto lloraba Steve también. "Tienes que llevarla arriba".

"N-no puedo moverla. ¿Qué pasa si ella-"

"Billy", dijo Steve de nuevo. Esta vez Billy se quedó en silencio, con la cabeza baja mientras cerraba los ojos. Se dio cuenta de que la camisa rasgada que llevaba Mary era una de las suyas, las lágrimas caían de sus ojos nuevamente.

"Solo necesito un minuto", murmuró Billy. Steve todavía lo escuchó, y entonces subió las escaleras mecánicas. Se acercó al oficial de policía, mirando hacia adentro.