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3. Las travesuras del diablo.

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Habían transcurrido dos días exactamente desde lo de la reunión, no he podido actuar como debería ya que mi hermano ha estado hasta el cuello de trabajo, y yo no he estado mejor, pero hoy especialmente era nuestro día libre, había estado conversando con mi amigo, y me dijo alguna que otra cosa para llevar a cabo mi plan, una de ellas era evadir los abrazos de buenos días que mi hermano acostumbra a darme, porque sí, Ran siempre ha hecho eso diariamente desde que tengo memoria, usualmente cuando no podía hacerlo se comportaba hostil con todos, por lo que decidí dejar que lo hiciera para evitar conflictos con nuestros compañeros de trabajo, o escuela en su momento.

Y lo hice al pie de la letra, este día cuando se levantó solo lo salude indiferente, y cuando trato de abrazarme le extendí su desayuno, él me miró confundido, y luego frunció el seño, me justifique diciéndole que era necesario para el desayunar en ese preciso momento, ya que tendríamos visitas, y no mentía, Sanzu vendría a visitarnos hoy y hacer cosas junto a nosotros, Kokonoi también asistiría, por lo que era mejor hacer estas trivialidades antes que ellos llegarán, él suspiró y decidió comer casi a regañadientes.

Aunque en parte me sintieran algo mal por esto, debía hacerlo si quería que mi querido hermano perdiera los estribos en algún futuro, muy cercano.

En todo el desayuno sentí la intensa mirada de mi hermano sobre mi, y tenía sus motivos, haber esquivado varias de sus preguntas era la primera, la segunda era mi silencio, y la tercera, la ropa que usaba, una camisa suya, que la verdad no tenía motivo oculto, me gustaba mucho y ya, pero esa misma prenda dejaba al descubierto mis hombros, y cuando me agachaba mucho, y por el escote que la misma poseía, dejaba ver mi pezones, puede que él y yo conozcamos a detalle el cuerpo del otro, pero en ciertas situaciones, y por motivos distintos, algunos lugares del cuerpo contrario parecían más llamativos que de costumbre, esta podría decirse era una de esas situaciones.

Aunque me había dado una idea también, evitar que él y yo nos duchemos juntos, él siempre busca excusas o motivos para hacerlo, aunque estemos pudriendonos en dinero, él insistía en no gastar de más el agua, siempre le hacía burla por ello, diciéndole que de donde le nació ser tan ecológico de la nada. Sonreí traviesamente para mi mismo cuando me lo propuso, le dije que fuera él primero, que tenía que arreglar algunas cosas antes que llegarán nuestros amigos y compañeros de trabajo, sentí que su aura relajada de siempre había comenzado a cambiar.

Me estremecí cuando lo sentí abrazarme fuertemente por la espalda, tomó mi rostro entre su mano, y cubrió mi boca con esa misma mano.

-Me encantaría saber porque últimamente rehuyes a mi presencia, ignoras mis preguntas, no me dejas siquiera tocarte, ¿Es que acaso mi querido hermanito está convirtiendose en alguien rebelde? ¿Debería comenzar a castigarte por tu insolencia? ¿Acaso quieres que tu hermano mayor te eduque como debí hacer hace años?- Su voz era intimidante, ronca, imponente, me sentí en la gloria estar siendo presionado duramente contra su pecho, y estar escuchando sus amenazas directamente en mi oído, sentía mi corazón brincar de emoción por todo lo que sentía en ese momento, me volvería loco sino se alejaba de mi.

Fingí nuevamente molestia, y trate de empujarlo o tratar de que me soltara, aunque no quería que lo hiciera realmente, y no lo hizo, contrario a todo me apretó más contra él, y me puso contra la pared de la cocina, podría jurar que estaba agitado, quizás por la fricción de su entrepierna con mi trasero, otra razón por la que no quería que me soltara, y no habría sucedido, de no haber sido por los toques en la puerta, Ran habría hecho algo más, ya que podía jurar que estaba a nada de abalanzarse a morder mi cuello. Sentí como me soltó bruscamente, y gruñó frustrado, se fue casi corriendo al baño, y a jurar por su lenguaje corporal, podría matar a la persona que nos interrumpió. Yo me reí, sabiendo que todo había sido hecho con todo el propósito, ya que le pedí a Sanzu que llegase temprano.

Fui felizmente a abrir la puerta, y lo vi de pie, claramente divertido al ver como me encontraba, despeinado, quizás sonrojado, levemente agitado y con una gran sonrisa en mi rostro.

-Veo que te salve de la mejor cogida de tu vida. Ah no, espera, sería la primer mejor cogida de tu vida- Se hecho a reír dramáticamente, yo me reí también.

Le dije que entrara, que le contaría todo casi que con detalle en lo que mi hermano se bañaba.

-Joder, mejor renunciemos a éste plan y deja que te de hasta para llevar- Dijo tranquilo, yo lo mire molestó.

-Que esté desesperado no significa que vaya a hacerme el fácil- Le respondí -Además, si no está enojado no será la mejor cogida de mi vida- Dije frustrado.

-A veces no entiendo que quieres, si quieres que te coja o que te deje paralítico, tu hermano es una bestia, capaz y te dejara sin culo, cierto , no puede hacerlo, porque no tienes- Él me dio una nalgada en el momento en que me puse de pie, estaba a nada de gritarle cuando se carcajeo, lo que ninguno de los dos sabía es que mi hermano acababa de salir y vio cuando el otro me golpeó.

Sanzu lo miró divertido cuando mi hermano lo miró inexpresivo, claramente molesto, si no fuera por mi diciéndole a mi hermano que se fuera a cambiar, porque salió desnudo, se hubiera tirado a matar a Sanzu a golpes, hubiera sido un gran show ver a mi hermano, totalmente desnudo, golpeando al drogo de mi amigo, pero no debía suceder, no quería quedarme sin mi confidente de años.

-Que buena verga se carga tu hermano, ¿Me lo prestas una noche?- Dijo con sorna.

Lo golpeé directamente en la cara, y él se quedó callado.

-A veces eres muy cruel conmigo~, no dejas que complazca tu lindo culo, y no me das a tu hermano, eres injusto con tu lindo amigo, Rin-

Sin darnos cuenta de como, o de donde, salió mi hermano, este se abalanzó a Sanzu, comenzando a golpearlo, diciendo entre susurros "Aléjate del culo de mi Rin".

Fue todo un espectáculo, por el simple y sencillo hecho de que Sanzu en lugar de sufrir por los golpes de mi hermano, parecía disfrutarlo, juro haber escuchado un "Golpeame más duro, Daddy~" salir de la boca de Sanzu.

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El demonio y su amigo se pusieron en acción, estando cada día más cerca de cazar a la presa.

Un demonio con semblante de virgen. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora