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2. Un demonio con semblante de virgen.

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Rindou Haitani, el causante de los pensamientos pecaminosos de su hermano mayor, su amado hermano mayor.

¿Quién dijo que el menor de los Haitani era un ángel? Su mayor deseo era ahogarse con la gruesa y dura polla de su amado hermano mayor.

¿Quién diablos cree esa mentira? Cierto, su hermano mayor.

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Acababa de ir a ver a su hermano mayor, con la excusa de que tenía una reunión, era desde luego totalmente cierto, pero el jefe también le llamó a él para decirle que no era necesaria su presencia, pero era una excelente idea para ir a molestar a su hermano, con un enojo completamente fingido, y a la perfección, entró, vio a su hermano recostado en su cama, detalló el cuerpo contrario, desde sus piernas descubiertas por el short corto que utilizaba, y la ausencia de camisa que dejaba a la vista su pecho, musculoso pero no exagerado, completamente atractivo, cabello desordenado, y su rostro que parecía estar viendo lo más bello del mundo, podría decir que era un foto suya, sabía completamente bien que Ran guardaba fotos suyas, aunque tenía que fingir demencia.

Era un perfecto mentiroso, aunque esa fachada la iría perdiendo durante esos días, ya había planeado muchas cosas para comenzar con su pequeño y dulce plan, sabía que su hermano colaboraria, puesto que deducia que este compartía su mismo deseo.

Se acercó a su hermano al ver que este guardaba algo en su bolsillo, supuse era una foto, pero le miré interrogante, él solo sonrió bobamente, y se puso de pie para luego abrazarme, no correspondí por mi supuesto enojo, además de que me sentía encantado de estar entre sus brazos, pero no quería ceder y corresponder, no está vez, quería comenzar a frustrarlo poco a poco, sabía que él no era necesariamente paciente, especialmente cuando yo ignoraba sus muestras de afecto, eso era el primer paso de mi plan. Él se separó al no ver reacción, permaneció frente a mí, note como levemente sus ojos mostraban molestia por mi actuar, solo lo confirme cuando me hizo una pregunta.

"¿Qué es lo que te sucede hoy, Rin?" Miraba su sonrisa intimidante, me parecía realmente muy sexy cada vez que lo hacía, pero siempre le he hecho creer que odiaba que la hiciera, y que solo me causaba deseos de molerlo a golpes.

Le respondí lo obvio, que era lo de la reunión, mientras seguía fingiendo molestia, en su momento note como quizo tomar mi mano, como dije antes, no iba a permitir que me tocara, por lo que aparte su mano bruscamente, note como sus ojos mostraron sorpresa, y luego molestia, internamente me reí, amaba molestar a mi hermano mayor de esta manera, no me imaginaba como se pondría días posteriores con lo que tengo planeado, espero y sea una completa bestia conmigo.

Me respondió con otra cosa obvia, que ya era de mi conocimiento, por lo que después de examinarlo un poco más, me fui.

Estando fuera de su habitación suspiré como colegiala enamorada, solo que yo estaba más caliente que otra cosa en este preciso momento.

¿Por qué me comportaba así? ¿Qué me había llevado a este punto?

Si soy sincero mi hermano y yo somos dos personas que podrían parecer todo, menos hermanos, en privado claramente. Desde que era menor admire a mi hermano, sentía un amor tan grande por él que siendo aún un niño, era ciertamente muy devoto a su persona, con el tiempo esa devoción fue aumentando, generandome muchas cosas más hacia él, deseo, anhelo, un amor incestuoso, toda cosa que podría ser indecente para él mundo, pero para mí era algo plenamente normal.

Amaba a mi hermano mayor.

De eso no había duda.

Pero simplemente podría volverme loco por el deseo de ser profanado por su persona.

Desde mi adolescencia mi deseo sexual era mayor al de cualquier adolescente hormonal, creía que era algo extraño, pero con el tiempo lo considere algo normal, lo único malo es que no podía sentir exitacion hacia el sexo opuesto, tampoco hacía jóvenes de mi mismo sexo, solo hacía mi hermano mayor, Ran Haitani.

En un inicio, y con mi mentalidad aún algo inestable, consideraba ese hecho algo inmoral, indebido. En cualquier lado escuchaba que el incesto era un pecado, el amor homosexual aún peor, y para colmo yo sentía ambos hacia la única persona que amaba con adoración. Me sentía morir en ese entonces, pero graciosamente conocí a alguien con el mismo problema que yo, o parecido, no recuerdo muy bien, él era muy liberal, eso me agrado de su persona, aunque la forma en que nos conocimos fue realmente turbia, él me enseñó que no tenía que preocuparme por cumplir con lo moralmente correcto, porque al final del día, con quien haría las indecencias no sería la sociedad, sino mi hermano.

Comencé a sentirme cómodo con eso gracias a él, y comencé a darme placer pensando en cómo sería ser tocado por mi hermano, sin preocupaciones, era liberador ciertamente.

Con el pasar del tiempo comencé a notar un patrón en mi hermano, juraba que nunca había tenido encuentros sexuales con nadie, según comentaban las personas cercanas a nosotros, en las reuniones a las que yo no asistía, muchas chicas intentaron seducirlo, hombres también, pero ninguno logró nada, solo una sola vez lograron verle exitado, graciosamente aseguraron el estar muy borracho, y comenzaron a decirle cosas de mi, cosas que podría hacer para complacerme estando en la cama conmigo, ese día ese hombre que tengo por hermano, se puso completamente caliente por pensar en su "hermanito menor", ganándose el apodo de el cachondo incestuoso, cabe decir que esas personas también son muy liberales.

Desde que me enteré de ese hecho, sentí como el cielo me era abierto, no literalmente, y no sabía a quién agradecerle, porque a Dios no podía. Comencé a idear un plan para seducir a mi hermano, y de ser posible ser su pareja, aunque era un poco codicioso, pero tenía que aspirar a algo más que una simple noche de juegos eroticos con él.

Tenía que reafirmar lo que decía de niño, ser su linda esposa y permanecer al lado de mi querido hermano mayor.

El plan era simple, el primer paso comenzaba hoy, y era restringir el contacto físico con él.

Luego comenzar a distanciarme de él.

Cuando él note ese distanciamiento, le diría a mi amigo de la adolescencia, compañero de trabajo, y mi confidente, Sanzu Haruchiyo, que me había visto salir con un hombre últimamente, mi hermano se enojara y tratará de encararme.

Los días pasarán, hasta que uno de esos mi amigo, le diga que yo había asegurado que perdería la virginidad esa noche con ese hombre, mi hermano pedirá la dirección, y desesperado acudirá al lugar de encuentro. Sanzu me llamará y me dirá que la bestia va en camino, yo fingire que hemos estado haciendo algo, mi hermano no se que hará, pero ojalá y sea él quien me quite la virginidad.

¿Fantasioso? Quizás, pero conociendo a mi hermano todo sucederá al pie de la letra.

¿Es de quedarse y ver que sucede, verdad?

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El demonio virgen decidió comenzar a mover las fichas.

Un demonio con semblante de virgen. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora