Momento 32.

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- No puedo dormir - Dijo Izuku dándose la vuelta.

Katsuki sintió el movimiento en el colchón, aún así se negó a voltear.

- Mañana hay clases, deberías intentarlo - Murmuró en su voz ronca y baja, cerro los ojos, si volteaba, lo más probable es que lo besaría, no queria que el chico saliera corriendo a otra habitación, o aún peor, volviera a su cuarto.

- Lo se - La voz de Izuku sonaba fastidiada, a Katsuki esto le causaba un poco de gracia - Es solo que...

- Te tiene preocupado la situación - Dijo el rubio.

El peliverde se sonrojo y guardó silencio mientras buscaba alguna excusa.

- Y tú silencio me lo puede confiar - Izuku frunció el seño y apretó la cobija con su puño - Ahora estás molesto conmigo.

- ¡¿Que demonios Katsuki?! - Grito susurrado el peliverde.

- Recuerdo que cuando éramos niños...y te molestaban conmigo por algo que decía te callabas y arrugabas las sábanas con el puño, es una costumbre que aún está arraigada en ti.

Izuku sonrió leve, un cálido recuerdo se colaba en su corazón azul.

- Recuerdo... - Dijo Izuku - Que cuando te molestaban, gritabas mucho, pero que cuando realmente algo te molestaba, solo te ibas sin decir una palabra, después te veía con los ojos rojos, eras un llorón.

- ¡¡¿Eh?!! Tú eras el llorón, yo nunca lloré como una niña - Katsuki se dió vuelta molesto con el pecoso.

Al darse vuelta se encontró con unos ojos cálidos, una sonrisa leve y brillante, aquel cabello verde desordenado y unos ojos adormilados.

- Nunca he negado que yo  era un llorón Katsuki.

- Pues lo eras.

- Tu eras el que me hacía llorar.

- Deku, una vez lloraste por el pulpo...pulpo que estabas comiendo - Katsuki sonrió recordando aquel festival y a Izuku llorando por qué cazaban a los pulpos..mientras que al mismo tiempo el peliverde comía un pulpo.

Recordaba sus puños cerrados limpiando sus lágrimas, sosteniendo aquella brocheta de pulpo, recuerda su Yukata de ese año, el de Izuku era celeste y el suyo era marrón.

Y entonces recordó, al ver el rostro de Izuku, el significado de su apodo.

- Oh, lo siento - Pidió perdón el rubio, realmente arrepentido.

- No interesa, ya no tiene el mismo peso que hace años.

- Izuku....

- Kacchan..

Ambos se sonrieron, enamorados entre ellos, un ambiente privado.

×NO PRO-HERO×Donde viven las historias. Descúbrelo ahora