La infante caminaba sola por la calle, al contrario de lo que uno esperaría, no se le veía asustada, más bien aburrida, desde los techos Katsuki, Kirishima y Denki la seguían de cerca.
En algún momento llego a la zona más insegura de la ciudad, y entre tanto matón, la pequeña por algún motivo no resaltaba, todos parecían ignorarla inclusive, llegaban a quitarse de su camino como si le tuvieran un clase extraña de respeto.
La infante camino un rato por aquellas concurridas y peligrosas calles, tarareando una tonada alegre en ese mundo de desesperación y exceso.
Cuando, en una esquina dobló hacia una puerta maltrecha de un bar con cuestiones de salubridad cuestionables.
- ¿Por qué ella entraría a un bar? - Pregunto Denki en un murmullo.
Katsuki y compañía bajaron y entraron a dicho bar, dándose cuenta que habían perdido de vista a la infante.
- Nos engaño - Grupo Katsuki.
- Tss, por aquí - La infante apareció tras una puerta y los llamaba en susurros.
- O tal vez no - Dijo Ejiro siguiendo a la niña, el trío la siguio por la puerta la cual daba hacia afuera.
Hacia un callejón estrecho y abandonado, Denki casi se desmaya por el hedor y Kirishima juraría haber visto una rata del tamaño de un perro.
- ¿Estamos seguros que no nos lleva a una trampa? - Murmuró Denki, Ejiro y Katsuki decidieron ignorarlo.
Al final del largo y estrecho callejon había una puerta, una puerta que resaltaba por lo diferente y desencajada que era.
Una puerta de madera muy fina, la platinada, como si fuera cosa de todos los días abrió la puerta y deleitó a los jóvenes con un hermoso patio y una casa muy oriental.
- Está es mi casa, pasen pasen - Les dijo la platinada guiandolos.
Katsuki no se la creía, en el cielo las brillantes estrellas hacían que dicho lugar se viera como un escenario de aquel estudio de películas japonesas.
Al entrar a la casa notaron lo finalmente decorada que estaba, la platinada nuevamente los guío hacia otra puerta, está, a diferencia de la anterior era de metal, un viejo y oxidado metal, que por algún motivo estaba abollado, como si algo de adentro lo hubiera golpeado.
- Allí adentro está G...a él no le gusta que lo interrumpan así que... ¿Que comemos mientras esperamos que salga? - Dijo la infante con una tierna sonrisa.
- Honestamente, no se a que te refieres con comida - Dijo Denki un tanto perturbado.
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×NO PRO-HERO×
Fanfic- Tu me hiciste tanto daño. - Lo lamento. - No...no puedo perdonarte. - Por qué ya llevo muerto un tiempo ¿Verdad?