Parte sin título 2

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A la mañana siguiente, Shinji después de salir del trabajo fue a la clínica para ver al gatito, estaba nervioso, ¿y si el minino no había pasado bien la noche? ¿y qué tal si? Shinji estaba nervioso movió las piernas de un lado a otro mientras jugueteaba con sus manos. Finalmente, Touji al verlo le sonrió y le dijo.

-Ya puedes pasar.

Shinji echó un suspiro y fue a con Rei, la doctora le dio una sonrisa y le entregó al gatito ahora estaba mucho mejor ya no cojeaba tanto, y cuando Rei le pasó una mano sobre sus costillas, el gato ya no se quejó.

-Fue muy valiente tu amiguito. Se parece un poco a ti.

Shinji solo se sonrojó, a partir de ese momento, el chico de cabello oscuro decidió quedarse con el gato, le tardó un poco pero convenció a su casero que le dejara tener un gato, éste aceptó a regañadientes, así que Shinji lo adoptó. Además de que le gustaba tener compañía, desde que Rei se había ido a vivir con su novia Mari, el chico se había quedado solo en el departamento así que necesitaba compañía. No le costó mucho trabajo a Shinji hacer que el gatito se comenzara a adaptar a él le compró todo lo que necesitaba, juguetes, su arnero, las latas de atún, croquetas y sus juguetes. El gato por otro lado comenzó a tenerle un gran afecto a su dueño, cualquier otro gato se escaparía mientras el dueño no está pero la verdad es que el michi obedecía las indicaciones de Shinji y siempre se ponía en la puerta hasta la llegada de su amo. Como si supiera que iba a regresar. El minino quería mucho a Shinji y estaba muy agradecido con él pues le había salvado la vida. Hasta ahora el gato solo había conocido un mundo lleno de crueldad, pues solo había recibido golpes desde el momento de llegar al mundo. Por un momento, al gato no le importaba morir sabía que aquel día moriría así que se arriesgó a robar esa hamburguesa de esos chicos, esto último no resultó bien. En ese momento el gato pensó: "Si me pasa algo me da igual es lo normal", pero aquel chico se acercó a ellos y les dijo: "Déjenlo en paz", era la primera vez que sentía esa bondad. El gato estaba seguro que deseaba tener el cariño de su nuevo dueño solo para sí, si tan solo pudiese corresponderle de forma diferente.

Pero qué podía hacer él, solo era un gato, Tabris, como lo había llamado Shinji, miraba en las noches a Shinji y pensaba: Si tan solo fuera humano podría tener tu cariño. Aquella idea surcó en su cabeza cuando Shinji llegó acompañado de un joven los dos comenzaron a besarse en el sofá, el gato muerto de celos se acercó a ellos y arañó al amigo de Shinji. A pesar de que otro se hubiese enfadado y habría echado al gato a la calle Shinji lo miró y le dijo: "Ayy Tabris, qué voy a hacer contigo", el gato solo pudo ronronear en los brazos de Shinji, éste le acarició el cuello mientras el gato alzaba su cabecita felina. Tabris reconoció que amaba a su dueño pero no podía demostrárselo de ningún modo solo haciendo los típicos gestos que una mascota podía darle a su dueño pero Tabris anhelaba más que eso. Una mañana mientras Shinji no estaba pues se había ido a trabajar, Tabris se quedó solo en el piso de su dueño, estaba aburrido no había mucho que hacer, tampoco había pájaros cerca de los cuales cazar. Tabris se subió a la ventana para ver a la gente pasar, mientras se daba una lamida en su pata mientras la pasaba por su cara. El gato de pelaje gris hubiese estado pasándose la mayor parte del tiempo limpiándose cuando vio abajo del departamento a una anciana que estaba desesperada pidiendo comida nadie de los que pasaban cerca de ella voltearon a mirarla. Algunos hasta les daba asco por los ropajes sucios que llevaba, la mujer solo alzaba el brazo, esperando que alguien se dignara a darle siquiera algo. Tabris miró a la anciana con su pelo grasiento y su mirada llena de arrugas, el gato sintió lástima. Él podía correr y robarle lo que sea a los humanos pero esa viejecita no podía hacer mucho, era tan frágil, flaca, Tabris pensó:" Así debí haber estado yo", el gato se alejó de la ventana para dirigirse a la mesa del comedor donde Shinji había dejado un par de pan al vapor. Tabris con su hocico tomó uno con mucho trabajo abrió la puerta del apartamento y con pasos agiles bajó hasta encontrarse con la señora que estaba sentada en el suelo alzando su brazo y diciendo: "Algo de comer, ayuden a esta pobre vieja" "algo de comer, ayuden a esta pobre vieja", el gato con un maullido se le acercó a la vieja y le puso el pan en un sitio donde pudiese tomarlo. La anciana sonrió a la criatura y tomó el pan llevándoselo a la boca, la mujer lo devoró. El gato solo se quedó contemplando a la mujer mientras comía el pan de vapor. No era mucho pero esperaba que al menos fuese suficiente esto de la compasión lo había aprendido de Shinji.

Little's cat affectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora