Changlix oneshots & drabbles

Cry

changbin estaba comenzando a estresarse porque no le salía la letra para la canción que estaba componiendo con el resto de 3racha y no sabía por qué, si su día había estado bien, sin embargo...

se había levantado con un pequeño dolor de cabeza. sin embargo, no se tomó nada porque no le dolía tanto.

cuando llegó al edificio de jyp, se tropezó y sin querer le tiró el café a una de las chicas del staff, y esta le regañó alzando la voz diciendo que debería andar con más cuidado, mientras él se disculpaba mil veces.

más tarde, cuando estaba practicando sus vocales con su profesor de canto, no le salían las notas esperadas para una de las canciones del próximo álbum, a lo que su profesor, ya harto de que no le saliese, le dejó salir media hora antes de lo previsto, ya que no veía que había un progreso. eso a changbin le dolió un poco, pero decidió pasarlo por alto.

así que con esa media hora que le restaba, decidió ir al gimnasio, ya que después de las clases no tenía que hacer nada más, además de así poder liberar un poco del estrés que llevaba encima. por desgracia cuando llegó, este estaba en reconstrucción, y el más cercano estaba a media hora en coche, por lo que no podría ir ese día.

suspiró de manera profunda, no quería alterarse por unos simples altercados. así que fue a comer junto a IN y seungmin, que también estaban en la agencia.
y todo iba bien, hasta que, a  mitad de la comida, vieron cómo unos chicos, también del staff, les apuntaban de manera acusatoria, mientras se preguntaban, en un tono no muy bajo, de cómo changbin podía comer tanto, que normal que así no fuese el visual del grupo.

IN y seungmin le miraron con preocupación, sabían que el bajito debía andar un poco bajo de ánimos, ya que no había estado hablando mucho con ellos durante la comida. iban a decir algo, pero el amyor fue más rápido: dejó sus palillos y se fue, no sin antes despedirse de los maknaes.

y ya luego llegó al estudio, donde estaban chan y jisung esperándole.

así que... del todo buen día no estaba teniendo, pero bueno, él quería pensar que sí.
positivismo siempre.

ya volviendo a donde estábamos antes...

estaba comenzando a respirar poco a poco cada vez más rápido, no entendía cómo no era capaz de sacar las frases que sabía que tenía para una de las canciones del nuevo álbum en japonés.

apoyó su cabeza entre sus manos, mirando fijamente la hoja que tenía en la mesa. ¡¿por qué no le salía nada bien?!, se preguntó.

una, dos, tres, y cuatro respiraciones que cada vez aumentaban la velocidad y que captaron la atención de chan y han, que, sin que el bajito se diera cuenta, comenzaron a escribir en sus móviles para, cinco minutos más tarde, salir por la puerta.

changbin no se dio cuenta hasta que unos brazos delgados lo rodearon por los hombros, mientras las pequeñas manos de la otra persona se ponían en su pecho, justo en la zona del corazón, para sentir que este estaba latiendo rápidamente.

se giró, aunque no le hacía falta saber quién era, ya con solo ver aquellas manos que tanto le gustaban podía saber que era félix.

estaban frente a frente, y el más pequeño de los dos le regaló una sonrisa tranquila y reconfortante, de aquellas que a changbin tanto le gustaban en momentos como aquellos.

se abrazó a félix lo más que pudo. no había casi espacio entre los dos cuerpos, pero a ellos no les importaba.
y, treinta segundos más tarde, ya podía sentir cómo sus ojos empezaban a aguarse y sentía cómo las lágrimas comenzaban a salir poco a poco, silenciosas. los espasmos en su cuerpo junto a la camiseta mojada del australiano, daban mayor punto a aquella tristeza que le había inundado de repente.

félix le acarició la cabellera de manera reconfortante. sabía que changbin no iba a llorar mucho, pero que necesitaba desahogarse de aquello que le estaba causando ansiedad.

no dijeron nada durante los cinco minutos restantes, donde solamente se oían en la sala los hipidos ahogados de changbin en la camiseta de félix.

una vez acabado, el autraliano decidió que lo mejor sería darle un poco de agua que llevaba con él y se la acercó al mayor. este la recibió encantado.

— ¿cómo estás? — pregunta con voz dulce mientras changbin da un trago — ¿vas mejor?

— gracias —, responde él de vuelta — no sabría qué habría sucedido si no hubieses llegado antes.

— no es necesario que me des las gracias — contestó félix de vuelta — vamos a dar una vuelta y luego si eso continuas componiendo con los chicos, ¿vale? creo que necesitas que te de un poco el aire. y, si quieres, me cuentas qué ha sucedido para que te hayas puesto así.

changbin asintió dándole la razón, para luego recoger las pocas hojas sueltas de la mesa, su móvil y auriculares (porque muy en el fondo sabía que no iba a regresar, sino que iban a ir directamente al dormitorio).

— oh, se me olvidaba — dice.

— ¿el qué? — pregunta félix curioso, la mesa ya estaba vacía.

de repente puede sentir el calor de la otra mano agarrada a la suya.

— qué idiota eres — dice sonriendo — ¿ahora ya lo tienes todo?

changbin parece pensarlo — sí, y sino que lo recoja el abuelo — dice y ambos sueltan unas risas — ya podemos irnos.

y, mientras cierra la puerta, félix le da un pequeño beso en la mejilla al mayor, antes de arrastrarle a los ascensores para poder salir del lugar.