Ice skating

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¿qué coño hago yo aquí? se preguntaba changbin, viendo con horror cómo se acercaban al edificio al que iban a entrar.

estaba aterrado.

¿por qué? si él era uno de los mayores del grupo, el rapero principal y más chungo de todo stray kids.

él era y es el i love dark.

pero eso supera sus límites. no podía hacerlo. no se sentía capaz.

malditos miedos que nos tienen atrapados.

aunque más que miedo, era... ¿trauma? ¿aún más miedo? no sabemos.

lo único que sabía era que no quería volver a tocar una pista de hielo en su vida. de eso estaba seguro.

y entonces, ¿qué hacía allí?

ah, todos los miembros le obligaron a ir, hasta hubo un momento en el que le tuvieron que llevar a rastras porque no quería ir.

pero ahí estaba.

otra de las razones por las que estaba allí era por las sonrisas entusiasmadas de sus maknaes, sobre todo la de los más pequeños: seungmin, jeongin, hyunjin, jisung y félix.

félix.

ese chico con pecas que parecen constelaciones, ese chico australiano que con una pequeña sonrisa ilumina sus días, aquel chico, que, con su voz grave de macho azotador hace que te caigas a sus pies.

ese chico, que ahora mismo le está mirando con una sonrisa tan radiante, hace por unos segundos que su miedo se vaya.

y en esos segundos en los que se pierde en su mirada, se encuentra siendo arrastrado por el antes mencionado dentro de la pista, donde van a por los patines y, tras tenerlos puestos, ya sí que se acercan a la pista.

ahí, recuerdos de su infancia empiezan a arremolinarse en su cabeza, y le empieza a doler, se pone nervioso, y empieza a dar la vuelta para irse a la cafetería que hay cerca.

hasta que siente una mano entrelazarse con la suya, y le ve.

le ve a él.

y ve su sonrisa.

- vamos, binnie, ¿o tienes miedo? - le pregunta en tono burlón, pero luego se fija en la mirada asustada del más bajo y se da cuenta de ello. el mayor está asustado. por lo que, después de un silencio incómodo, vuelve a hablar - aunque, si quieres... no es necesario que patinemos, podemos ir a la cafetería.

- no, no... - contesta de vuelta - si con la ilusión que te hace... podemos ir... solo... no me sueltes la mano y... quédate conmigo...

félix, sorprendido, no sabe si lo que ha dicho su mayor en un susurro es cierto o es él, que ha malinterpretado la oración, debido a la falta de comprensión con el coreano.

pero aun así lo hace, y, en la hora y media que patinan, félix ayuda a changbin.

todo esto bajo las atentas miradas de los demás miembros, como siempre.

que obviamente no eran tontos y, aparte de disfrutar del patinaje, les han hecho fotos y vídeos para poder chantajearlos luego.

porque vamos, ¿quién lo haría eso sabiendo el amor que se tienen el uno por el otro?

◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈◇◈

tras acabar de patinar, van a comer pollo frito con coca-cola.

y félix y changbin no soltaron sus manos en ningún momento:

ni en la pista de patinaje, ni en la caminata al restaurante (que por suerte estaba cerca), ni en el coche cuando volvían al apartamento.

y eso no pasó desapercibido para nadie. pero no decidieron preguntar, lo dejaron estar, ya se darían cuenta ellos solos.

cuando llegaron, ya sí que tuvieron que soltarlas, ya que tenían que ducharse y, de lo cansados que acabaron, decidieron irse a dormir.

si pensaste que chan se quedaría despierto, te sorprenderás al saber que él fue el último en ducharse y el primero en quedar rendido ante los brazos de morfeo.

y los demás también.

aunque, sobre las cuatro de la mañana, podías observar a un australiano ir a la cocina a por chocolate para comer.

pero, a pesar de todo el poco ruido que intentó hacer, que por cierto, era demasiado, todavía no sabe cómo no despertó a sus amigos.

oh, espera, despertó a changbin.

y este, pensando que era un ladrón, salió de su habitación con una almohada en mano, que poco le iba a servir, pero bueno.

pero no, era lee félix.

- ¿qué haces despierto a esta hora? ¡casi me da un infarto pensando que eras un ladrón! - le grita susurrando.

- comer chocolate, ¿no lo ves? - responde él, mientras se mete una onza en la boca - ¿quieres? - le pregunta

- me vuelvo a dormir... - dice changbin mientras se va bostezando.

-¡espera! - le pide félix, a lo que el otro se para y gira para poder mirarle - me gustaría hacerte una pregunta... si no te importa, claro.

- venga, dispara.

- ¿por qué estabas tan asustado en la pista de hielo? sabías patinar bastante bien, por lo que me he quedado con esta duda...

escucha a changbin suspirar, por lo que supone que no le va a contestar, pero, para su sorpresa, lo hace:

- pues... ni yo mismo lo sé, creo que es por un trauma que tuve de pequeño - dice, a lo que félix le da una mirada para que continúe, mientras se sientan en el sofá - cuando era pequeño, siempre iba con mis padres a patinar cada dos semanas, era algo divertido y que me gustaba hacer, hasta que un día me caí, y me rompí un diente, además de un brazo - félix escucha atento, intentando aguantar la risa - por lo que creo que es por eso por lo que tenía miedo... ¡oye! no te rías mocoso, que tenía como unos seis años cuando sucedió. a partir de ese momento prometí no volver a tocar una pista de patinaje sobre hielo en mi vida.

ahora sí que sí, el australiano estalló en risas, aunque bueno, teniendo en cuenta que eran las cuatro, intentó reírse lo más bajo posible.

- ¿me... me estás diciendo en serio que dejaste de patinar solo porque te caíste? lo siento binnie, pero esto no lo veía venir, pensé que alguien había muerto mientras tú patinabas o habías encontrado algún muerto bajo el hielo, todo menos eso - responde, mientras el mayor le mira con el ceño fruncido, aunque pronto acaba siendo una explosión de risas por parte de ambos.

una vez tranquilizados, ven que la lejanía que tenían el uno con el otro empieza a disminuir cada vez más, y ninguno hace nada por evitarlo.

acaban uniendo sus frentes, sus alientos se chocan.

se miran una última vez, antes de unir sus labios, en un beso lento y cálido, donde ambos expresan el sentimiento que tienen el uno por el otro.

y así uno, dos, tres, y muchos besos más.

y no es hasta que dan las cinco de la mañana, en la que deciden irse a dormir, no sin antes un beso de despedida y un: binnie, la próxima vez, habla con todos sobre esto, te ayudaremos, somos una familia, ¿entendido? por parte de félix.
y ya, por fin, ambos se van a dormir a sus cuartos, pensando en el contrario, con sus corazones latiendo sincronizados.

Changlix oneshots & drabblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora