Decisiones del Destino

Secretos (Parte 2)

Solía ser común ir por esos pasillos en dirección hacia donde siempre fingía leer detenidamente cualquier libro que sacara de la biblioteca. Hoy como siempre había evadido a su alocado hermano, que para su fortuna se había distraído con cierta persona.

Caminaba tranquilamente hacia su destino con libro en mano.

Quería llegar a tiempo, sin dudas este era su momento favorito del día.

Una vez llegó a las bancas, tomó asiento junto al árbol que solía ocultarlo para que nadie lo viera. Este era uno de los pocos lugares conocidos por los estudiantes, un lugar tranquilo, uno de sus lugares favoritos. El pasillo contrario daba al aula de los alumnos mayores. Pero eso no le importaba tanto.

Calculando el momento sabía muy bien que ya debía salir.

La bulla de los demás alumnos saliendo y dirigiéndose a otros sitios era evidente. El sabía que debía esperar hasta el final ya que a quien él esperaba no le gustaban tanto las multitudes.

Espero un momento más antes de girar discretamente. Ahí estaba el, pero parecía preocupado o angustiado.

El peinado bastante arreglado, el uniforme pulcro y limpio, la sonrisa de siempre. Pero había algo más ahí, uno de sus compañeros se acercó a hablarle y él lo atendió rápidamente. Aun así, podía sentir algo diferente.

Pocas veces se cruzaban, y esto era algo más suyo que de él. No iba a admitirlo, pero ya había desarrollado sentimientos más profundos por él.

Pero eran sólo suyos.

Aún así, se preocupo por esto.

Armándose de valor, fingió ir hacia el pasillo este en dirección a la sala de profesores, larga ruta, pero le serviría para hallar a alguien que le diga que pasó o al menos escuchar los murmullos.

"... Se vio venir"

"Escuche que en realidad fue por acuerdo mutuo"

"No hay nada más romántico que un alfa y omega casándose por amor"

"Es una pena, era tan guapo.."

"Era obvio que un ser tan perfecto ya tendría a alguien"

Los pasillos para nada silenciosos era lo único que podía oír.

Estaba tan absorto escuchando lo que murmuraban que no se dio cuenta cuando chocó accidentalmente con alguien, haciendo que sus cosas cayeran al suelo.

Maldiciendo, se agachó a recoger todo.

—¡Perdón! —escucho mientras él estaba en el suelo recogiendo algunas cosas

—Si claro —comentó furioso recogiendo el libro que se supone luego devolvería a biblioteca, felizmente no se había dañando o eso creyó hasta que lo giro, la portada estaba hecha un desastre

—Enserio lo siento —le respondió dicha persona tendiéndole las cosas que había ayudado a recoger

—Ahórrate tus dis... —deteniéndose un rato observó a quien había chocado —cul...pas

Su rostro se sonrojo al notar a quien estaba por insultar. No imagino verlo ahí. No imagino cruzárselo. Y mucho menos imagino algún día dirigirle la palabra.

Lan XiChen.

Tenerlo cerca era aún mejor. Podía sentir un ligero aroma que seguro era del alfa. También podía ver esos ojos que desde el primer instante lo capturaron.