Cercanía (Parte 1)

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"Quiero quererte con un para siempre, quiero amarte sintiéndome fuerte, no puedo mentirte y eso duele, porque el amor es de uno y quizás con un para siempre"

Había despertado temprano y tenia muchas energías, eso en parte le alegro bastante. Pues significaba que estaba mejorando, esperaba fuera así porque sino tendría que tomar distancia de sus compañeros de clase cuando volviera a clases. Recordando eso suspiro.

No es que fuera flojo. Pero no quería volver.

Sin esperar nada más se levanto y se estiro. Era una buena mañana, después de eso bajo a la cocina por un vaso de agua. Tenia sed. Mirando la hora del reloj en la pared solo soltó una risa, seguro su querido A-Die seguía durmiendo, lo imaginaba.

Eran las 4: 56 a.m. 

Tomando la iniciativa decidió ir a despertar a su A-Die.

Después de beber el vaso fue corriendo hacia arriba directo a la habitación de su padre. Cuando llego abrió la puerta y lo vio dormir tan tranquilamente. Sin esperar nada mas salto a la cama como cuando era mas pequeño y tenia emoción por comenzar el día.

Su padre obviamente despertó por el movimiento brusco. Al notar al menor solo soltó una risa y abrazo al Lan omega, quien solo reía pidiendo que lo soltara.

—¡¡A-Die!! ¡Ya, ya! ¡Si entendí! —dijo entre risas pues el mayor había empezado a hacerle cosquillas 

Una vez libre, el menor se acomodo en la cama y le sonrió a su padre.

—Buenos días —le dijo con una gran sonrisa

—Buenos días jovencito —le respondió con otra sonrisa el mayor levantando la mano para acariciar la desordenada cabellera del Lan menor

—A-Die gracias —le dijo el menor

—¿Por? —pregunto el mayor mirando a su cachorro

—Porque A-Die hoy cocinara el desayuno favorito de A-Yi —contesto dramatizando su alegría 

La verdad, mencionar el desayuno le abrió el apetito.

El mayor solo rio por el comentario y solo afirmo lo dicho.

—Bien, bien, pero A-Yi hará algo por papá —le dijo con una sonrisa misteriosa

Curioso el menor le miro fijamente, intentando descubrir que le pediría. Pero no sabiendo que era lo que le diría.

—No quiero dejarte solo pero tengo que ir a una reunión mas tarde —le dijo calmadamente mientras se sentaba en la cama —así que te dejare en casa de tu tío Wei...

—Todo menos eso —exagero el Lan dejando en desconcierto al mayor quien luego capto el dramatismo del mensaje

—A-Yi...

—Ayer me dejaste solo, no paso nada... Anda, no quiero comer comida de perros —comento el menor suplicante, después de todo estar en casa del matrimonio Lan-Wei estando soltero era comer comida de perros

—A-Yi...

—SiZhui es mejor opción, ¿Y si me dejas en el departamento de mi primo? ¿Si?

Decisiones del DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora