capítulo 5

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Me di cuenta de que el arte era efímero cuando te vi marcharte.

Me di cuenta de que el arte es efímero cuando noté que te ibas.

Me di cuenta de que el arte es tan efímero que hasta nosotros mismos desaparecimos con él.

Estoy aprendiendo a dejar de quererte.
Todos dicen que haga eso.
Pero obligarme a mí misma a reprimir el sentimiento de amar a alguien me está matando poco a poco.
Hay veces en las que solamente pienso en ti una cuarta parte del día y otras en las que te busco hasta en la sopa de letras.
¿Por qué tiene que doler tanto?
Va a cumplir un año desde que me declaré aquel día de junio , en el que ninguno de los dos creería lo que sucedería los meses próximos.
Los mejores meses de mi vida.
Pero de repente, algo se quebró, no sé en qué momento sucedió sólo sé que estalló en mil pedazos y que no supimos arreglarlo.
no dejaste que lo hiciera.
Te aferraste a ti mismo diciendo que sería lo mejor para ambos.
De hecho, fue lo mejor para ti.

Me he atrevido a escuchar esa canción que te dediqué.
Exacto.
Nuestra canción.
Pero ya no es de ninguno de los dos.
Ahora pertenece a las cenizas de un amor roto.
Un amor hecho pedazos.
Un amor que duele tanto que tengo miedo a que no sane jamás.

Pero supongo que algún día lo hará.
Y volveré a poder amar de nuevo.
Me borraré todas las cadenas que me retienen en algo que a ti ya no te importa.
Odio tus promesas.
Odio ya no poder fiarme de nadie.

Pero intento seguir.

Cada día un poco más.



Diario de un Corazón rotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora