Después Del Laberinto {The Maze Runner FanFic} #2 (Los Inmunes)

21. Minho

Las cosas se habían salido de control desde que Nora y él se habían ido por el bosque.  Alessia y Thomas se habían ido, pero Gally intentaba mantenerlo en secreto para no armar una nueva revuelta.

Minho casi quiso reírse ante la idea de un Gally líder en tanto Thomas no estuviera, pero pronto se dio cuenta de que la verdadera voz cantante allí era Brenda.

—No tardarán en darse cuenta de la ausencia de Thomas —mencionó Minho.

Gally soltó un bufido.

—Se cree muy importante ese Shank. Pero creo que podremos manejarnos —concluyó y adoptó una expresión seria—. Debemos estar organizados. Terminar con la escuela y quizás así, las cosas empiecen a ir bien.

La escuela era un proyecto de Thomas. Quería que los más jóvenes tuvieran una educación decente, ya que no cualquier adolescente podía educar a un niño.

—Yo puedo ayudar. Solían decirme que era muy inteligente —dijo Nora de pronto, captando la atención de todos. Ella se ruborizó—. Olvídenlo.

Gally se puso frente a ella y la miró de arriba a abajo, analizándola.

—Nunca te había visto —comentó y alzó una ceja—. Deberás demostrar que vales para esto.

Minho puso los ojos en blanco.

—Tranquilo, Gally. No estamos en el laberinto.

Pero Nora se puso derecha y asintió.

—No hay problema.

Gally miró con gesto burlón a Minho y se volteó nuevamente hacia Nora.

—Bien. Pero primero hay que terminar de construirla. Es un buen incentivo para que prevalezca el orden.

Nora estuvo de acuerdo y ambos se fueron juntos hacia la construcción. Minho no hizo más que saludarla con la mano mientras se alejaba.

—Es un poco extraña, ¿no? Aparecer de pronto y estar dispuesta a ayudar —mencionó Brenda mientras los veía alejarse.

Minho la miró.

—Eso me recuerda a alguien —replicó.

Brenda hizo una breve sonrisa.

—Fui traidora antes de querer ayudar de verdad —comentó e hizo una mueca—. No quiero decir que ella lo sea. Pero ya sabes, así fueron las cosas.

Minho no se había puesto a pensar en ello antes, y ahora que Brenda lo había mencionado, la duda se había alojado en su mente.

—¿Cómo has estado, Minho? —preguntó Brenda de pronto, cambiando de tema.

Minho parpadeó e intentó concentrarse en el presente.

—Mejor que otros días —respondió.

Brenda asintió y comenzó a caminar por el prado que llevaba al lago. Minho la siguió.

—¿Extrañas a Newt?

El joven aspiró profundamente. Aquella pregunta le dolía más que ninguna otra.

—¿Sabes qué es lo peor? La duda. No saber qué pasó —respondió y observó el atardecer—. Sé que Thomas piensa que puede estar vivo, es más como una esperanza que una afirmación. Pero yo... no creo que lo haya logrado. Ni siquiera creo que Alexia lo haya logrado.

Brenda alzó sus cejas.

—Eso es... pesimista de tu parte. Creí que eras más, no lo sé, ¿divertido? —Esbozó una sonrisa, culpable—. Lo siento. No quiero decir que debas serlo ahora mismo.

Minho soltó una risa desganada.

—Bueno, solía serlo. Pero las pruebas me cambiaron —dijo y se encogió de hombros.

—A todos —confirmó la joven.

Caminaron por unos minutos más hasta que solicitaron la presencia de Brenda en la recolección diaria de alimentos.

Cuando Minho se quedó solo, pensó que ya no podía quedarse de brazos cruzados. Todos estaban ocupados intentando mantener las cosas firmes mientras Thomas y Alessia no estaban (situación que ponía nervioso al joven, ya que no se sabía con certeza si habían llegado al otro lado sanos y salvos). Así que se dirigió hacia la escuela, dispuesto a realizar el último deseo de su amigo.