Cuento N°3

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UNA JARRA DE VINO

Wei Wuxian lo tiene difícil en Gusu...

Esa era la frase que pensaba la gran mayoría cuando veía al radiante joven. Para alguien tan extrovertido y aventurero como él resultaba tortuoso mantenerse en silencio casi todo el dia, más tortuoso aún era memorizar las tres mil reglas de la pared. Si le preguntabas directamente, Wuxian respondería que Lan Qiren desarrolló un toc extraño con él, porque apenas lo ve hablando más alto de lo permitido lo manda a escribir reglas. Eso sin mencionar el casi infarto que le dio al verlo con una jarra de Sonrisa del emperador.

Todo es muy distinto en Gusu, partiendo desde la vestimenta. Él está acostumbrado a vestirse completamente de negro o en su defecto de colores oscuros, pero los alumnos de Gusu parecían estar en un funeral eterno; vestidos completamente de un blanco prístino, contrastando enormemente con los colores alegres de la gente de su secta.

El atuendo de funeral también les otorga cierto estatus entre los mortales, como un aire solemne y majestuoso. Pero, a sus ojos, el único que realmente merece estas características es su querido Lan Zhan.

La gran mayoría de sus recuerdos en Gusu lo hacen sonreír, pero también hacen que se sobe las rodillas y las muñecas al recordar los largos castigos que le daban. Solo hay una persona por la que volvería a Gusu y no, no es para burlarse de Lan Qiren, sino para estar con Lan WangJi, o como le gusta llamarle; Lan Zhan.

Lan Zhan es la persona que hace que su corazón palpite fuerte, la que desata sus más infantiles coqueteos y a la que quiere entregarle todas sus primeras veces. Y aunque es coqueto por naturaleza, su experiencia en el campo es nula. Desafortunadamente y muy a su pesar, Gusu queda lejos de Muelle de Loto, por lo que no puede verlo seguido. Ha pensado muchas veces que si hubiese reconocido sus sentimientos cuando aun estaba en Gusu, habría disfrutado mucho mas su estadía allí.

Volviendo al presente, Wei Ying estaba a punto de entrar en pánico.

Lan Zhan visitaría Muelle de Loto ese día y nadie le había informado nada. De hecho, Jiang Cheng, que hasta hace unos minutos era su hermano de corazón y mejor amigo, creyó conveniente avisarle solo cuando el segundo joven maestro Lan haya tocado la puerta. ¡Fue todo un maldito!

Estaba nervioso pero no era cobarde.

Con el corazón palpitando en su garganta se armó de valor y fue al encuentro de su persona especial. Lan Zhan se veía igual que siempre: el rostro serio, postura erguida y vestido completamente de blanco. La cinta característica de Gusu en su frente le daba cierto aire etéreo.

—¡Lan Zhan! Es bueno verte. —Dijo Wuxian sonriendo.

—Wei Ying. —dijo Lan Zhan a modo de saludo, mirándolo por un momento.

Jiang Cheng los miró extrañado.

—Y dígame, segundo maestro Lan, ¿A qué debemos el honor de su visita? —preguntó Jiang Cheng con cierta ironía

No es que Jiang Cheng tuviese algo en contra de Lan WangJi. Al contrario, no era con él, era con el hermano mayor de Lan Zhan: Lan Xichen, mejor conocido como Zewu-Jun.

Lan Wangji respondió. —Wei Ying.

—¿Qué tiene que ver Wei Wuxian en todo esto? —preguntó Jiang Cheng sin entender.

—Vine aquí por Wei Ying. —aclaró el Lan.

Wuxian lo miró sorprendido. —¿Viniste por mí?

Lan Zhan solo asintió dando su característico "Mn" como respuesta. Wuxian sonrió, como recordando algo grandioso.

PEQUEÑO RABANITO Y OTROS CUENTOS [MXTX AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora