—¡Ya Levántate que llevamos tarde vainte minutos, Darcy!—Grito Steve.
Rápidamente abrí mis ojos al escuchar aquello, rápidamente di un grito al ver la hora.
Rápidamente me metí a bañar y a vestirme, claramente con eso tarde veinte minutos.
Me peinaba rápidamente mi cabello mientras me hechaba brillo labial.
Rápidamente fui a la planta baja donde mi hermano se encontraba comiendo el desayuno.
—Mocosa, come rápido que no quiero llegar más tarde—Me dijo mi hermano.
Yo rápidamente asentí.
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Rápidamente salí del lugar con mucho miedo de lo que podía sucederme, los palitos de mi corazón los escuchaba en mis oídos.
Tenía miedo de que pueda ser atrapada justo ahora.
—¡Will!—Gritaban muchas personas.
Ante el ruido me fui al lugar contrario con miedo a que puedan atraparme.
Me tropecé con la piedra y así cai en seco, di un grito al ver a una persona parada frente a mi.
La persona al verme dio un susto.
Eran tres niños.
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Rápidamente comí el pan tostado con crema de maní.
Al acabar rápidamente nos dirigimos al auto de mi hermano.
Pero antes de dirigirnos nos salimos del camino así yendo a otro lugar.
—¿¡Que haces!? Llevamos tarde muchos minutos—Dije golpeado su hombro.
El bufó rodando sus ojos—Mocosa, tenemos que pasar por mi chica—Dijo.
Oh si, lo olvidaba.
Mi querido hermano tenía una novia, Perla. Una estúpida chiflada que solo lo usaba, yo lo llevaba advirtiendo, pero claramente solo le creía a esa chiflada.
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Al llegar a la escuela nos dirigimos rápidamente a nuestras clases.
Al entrar el maestro me vio fulminante, pero me hizo una ceña para que tomará asiento y no interrumpiera su clase.
Rápidamente fui hacia mi asiento.
Sentia un pitido en mi oído.
"007, tu eres mía"
Sentia ese susurro a mi alrededor.
Sentia las palmas de mi mano sudar, mi frente sudar mucho, mis oídos pitaban sin parar.
—¡Señorita Harrington!—Grito el maestro.
Ese grito me sacó de mi mente.
—Dígame, profesor—Dije nerviosa.
El me miró con una ceja alzada—¿Esta prestando atención en clases?—Dijo.
Yo quise hablar pero no podía.
"Debes ir conmigo"—Ese susurro resonaba mi cabeza.
Los susurro aumentaron, pero el maestro seguía hablando y hablando.
—¡Ya callate!—Grité golpeando la mesa.
El maestro me miró boquiabierto, habla faltado el respeto a mi maestro.
La campana había sonado, el maestro me miró fulminante. Rápidamente se dirigió hacia mí a paso rápido. Y allí es donde temí, ¿Llamarían a mi hermano?
Me agarro fuertemente del brazo así levantándome del asiento.
—Mocosa irrespetuosa, ¡A la dirección!—Gritó llevándome hacia la dirección.
Todos los alumnos que yacían afuera veían. Vi a 011 que me miraba boquiabierta, todos en total.
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Yacía cabizbaja a todo lo que el director decía, Steve me miraba enfadado.
Mis padres no siquiera se atrevían a ir por mi.
—Lo lamento, mi hermana no volverá a ser eso—Dijo.
El director asintió.
—Se pueden retirar—Dijo.
Rápidamente asentí, Steve me agarro de mi brazo fuertemente.
Me llevó fuera de la escuela, ahora mismo me daría un sermón y eso es lo mas seguro.
—¿¡Acaso estas loca!?—Grito moviendome de los hombros bruscamente.
"Matalo"—Ese susurro volvía de nuevo.
Mis puños se hacían fuertes, lo cerraba con tanta fuerza.
No quiero dañar a la única persona que me quedaba, no lo quería dañar.
—Lo siento—Fue lo único que dije.
"Debes acabar con el".
—¡No resolverás nada con un estúpido lo siento!—Me gritó
—¡Ya callate!—Dije apartandome de el bruscamente.
Golpee mi cabeza para que esa maldita voz parara.
Mi hermano me vio boquiabierto.
—No quiero oírlo, no quiero hacerte daño—Dije sollozando.
Mi hermano rápidamente me abrazó.
—El volvió—Dijo mi hermano en un susurro.
"Asesinalo, te buscaré y juntos lo asesinaremos".
