Después de esa escena fue lo más aterrador, todos los que me molestaban aparecían heridos, algunos que se atrevían a ponerme las manos encima aparecían muertos..
—Sé que eres tú—Dije en un susurro.
"No dejaría que te humillaran"—Decía.
Yo asentí encantada mientras iba a la planta baja.
Mi corazón paró de un tiro al ver a mi madre sentada en las piernas de él vecino Simón.
—¿Mamá? —Dije aterrada ante la asquerosa escena.
Mamá rápidamente se separó del señor completamente asustada.
—¿No estabas en la escuela?—Dijo limpiando el labial corrido.
Yo abrí la boca asqueada negando.
—Darcy, esto se queda entre las dos—Dijo asustada.
—Eres.. —Dije negando apartandome de ella.
—Si le dices algo a tu padre entonces el me asesinará, no querrás que me suceda eso, ¿Verdad?—Dijo con los ojos llorosos.
—Me das asco—Dije mirándola asqueada.
Mamá sonrió hipócritamente—Aun así soy tu madre, adoptiva pero lo soy—Dijo.
Pero de pronto el rostro de mamá se convirtió en uno quemado, di un grito asustadizo al ver tal escena.
Mamá se elevó, sus ojos se volvían blancos. El viejo sucio miró gritando así pidiendo ayuda.
Sus extremidades eras rotas mientras su mandíbula torcia.
Di un grito al verla caer sobre mí, intentaba quitármelo de encima y así lo conseguí.
El viejo me vio completamente asustado, salió rápidamente de la casa mientras pedía ayuda.
¿Que había sido esto?
.
.
.
.Veía a mi hermano sollozar en casa junto a mi padre.
—¿Que sucedió, Darcy?—Dijo mirándome tristemente.
—Ella-—Dije negando, no me creerían.
El fue quien la asesinó.
—Fue el—Dije con miedo.
Mi cabeza retumbaba, pero no me importaba en lo absoluto, solo quería que supieran la verdad.
—¿Quien lo hizo?—Decía mi hermano exaltado.
—Fue Peter, el lo hizo—Dije sollozando ante los profundos dolores en mi cabeza.
—¿Donde está?—Dijo, yo negaba sollozando—¡Carajo dime en donde está!—Gritó mi hermano.
—Esta en mi cabeza, el querrá asesinarme después de esto,me matará. Ayúdenme, el lo hizo—Dije tapando mis oídos al escuchar sonar bullicio.
Mi padre y mi hermano me miraban con lástima.
—Perdió la cabeza—Decía mi padre viéndome con temor.
.
.
.
.
.Sentí un estrujo en mi cabeza, abrí lentamente mis ojos con dolor.
Esto no era mi casa.
¿Dónde estoy?
Todo empezó, todo está aquí de nuevo.
Miraba a todas partes con temor, en la habitación, estaba en la misma habitación.
—¿Steve?—Dije entre susurros.
—¿¡Steve!?—Grité con temor.
Estaba en el maldito mismo lugar donde amanecí cuando era una infante.
—¿Peter?—Dije susurrando.
Sentí dos toques en la puerta, mi respiración se aceleró sin reparo.
—007, es hora de salir—Esa voz, esa voz es la de Peter.
Rápidamente me levanté de la cama y fue hacia la puerta abriéndole.
Pero, el no estaba allí, no había nadie.
Camine por dónde vi donde se marchaba Peter; rápidamente lo seguí sin parar el paso.—Por favor, no me ignores—Dije siguiéndolo.
Al entrar a la sala de juegos mis hermanas y hermanos estaban allí, todos estaban allí.
Sus miradas se fijaron en mi, otros mirándome con burla, y otros como si no les importara.
Busque con mi mirar a Peter, pero el miraba a 011.
Mi mirada de recelo fue a 011 quien lo ignoraba, pero él como un idiota seguía mirándola.Me acerque donde 011 yacía sentada jugando con unas fichas.
Ella alzó su mirar enfocándose en mi mirar, ella me vio con timidez.—Hola 011, ¿Puedo sentarme contigo?—Dije con la mirada gacha.
Ella dio un asentimiento, yo me senté al lado de ella.
—Oye, 011. ¿Por qué el guardia te mira tanto?—Dije entre susurros, jugando con la ficha a su lado.
Ella levantó su mirar dela ficha para mirarme—No lo sé, aún no logro entenderlo—Dijo en un susurro.
—¿No logras entenderlo?—Dije sonriendo amablemente.
Ella negó.
—Si no logras entenderlo no le sigas el juego, es simple—Dije sonriendo, aunque por dentro ya me moría de enojo.
—Lo haré, gracias por decirlo—Dijo levantándose para irse a un rincón.
Yo fui hacia un espejo que yacía al lado de las fichas, mi rostro se puso pálido al verme.
Era una de diez años, mi estatura baja. Mi corazón se aceleró, ¿Dónde carajos estoy?
Voltee a mirar, pero todos estaban en el suelo cubiertos de sangre.
Mis manos yacían con sangre, mi rostro palidecio de pánico.
Papá entró con un golpe al lado de su frente, cubierto de sangre.
—¿Que has hecho, 007? —Dijo con temor.
Mi cuerpo tembló.
¿Que hice?
Yo no hice nada.¿O sí?