#bdsm #trio #mhm #sumisa
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Al terminar el encierro obligatorio de la pandemia, empezamos tratar de volver a levantar nuestra empresa, pero algo también muy importante nuestra vida social.
Somos una pareja muy alegre y fiestera, nos estábamos volviendo locos encerrados y ya necesitábamos una buena dosis de contacto humano adicional, me supongo que entienden a que me refiero ¿cierto?
Para poder mantener ese nuevo ritmo de vida, no nos quedaba mucho tiempo para atender la casa, pronto se volvió un caos con montañas de ropa por todos lados.
Decidimos usar una app para encontrar una persona que nos ayudara con el aseo de la casa y entrevistamos a varios hombres y mujeres. Por sus referencias y su forma de ser decidimos contratar a Lola, una latina de unos 25 años que necesitaba con urgencia ganarse la vida para ayudar a mantener los gastos de su familia. Fue muy sincera, nos contó que estaba en Estados Unidos sin papeles y debido a eso no le ofrecían buenos empleos o les pagaban una chichigua.
Lola en menos de una semana ya tenía la casa de nuevo en un estado decente y en pocos días ya hasta daba vergüenza entrar con zapatos a la casa. Todo estaba impecable, reluciente, ordenado y oliendo rico.
Inicialmente el contrato era por 1 mes y esa noche como agradecimiento nos recibió con una deliciosa cena para darnos las gracias. La invitamos a quedarse con nosotros, nos sentamos los tres a la mesa y nos contó un poco más todas las penurias que le tocó vivir con la familia para poder pasar por la frontera.
No por pesar, sino porque de verdad nos había gustado demasiado su trabajo, decidimos ofrecerle contrato directo con nosotros para que la app por la que le pagábamos no le descontara el 10% de comisión y con una oferta de un 25% más de su salario si también nos preparara de comer.
Obviamente aceptó y con lágrimas en los ojos nos agradeció infinitamente. Pobre mujer, se le notaba demasiado el esfuerzo por sacar adelante su familia.
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Uno igual tiene su grado de desconfianza por tratarse de un desconocido y trata de estar pendiente de que nada se pierda, pero con Lola nunca tuvimos queja alguna. Mantenía todo a la orden del día y hasta más.
Se ganó nuestra confianza total y cuando uno en encuentra una persona así, no quiere que se vaya nunca, por eso cada que podíamos le dábamos una bonificación extra.
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Ya llevaba casi un año de estar con nosotros y por casualidad del destino a ambos nos cancelaron unas reuniones al finalizar la tarde y decidimos irnos para la casa.
Íbamos entrando por el corredor, mi esposo había sacado las llaves para abrir la puerta, cuando escuchamos unos gemidos bastante fuertes.
- Uy se están clavando a la vecina con toda --me dijo mi esposo entre risas--
Casi a punto de meter la llave en la cerradura, le agarré la mano y le pedí que hiciera silencio.
- ¿Qué?
- Shhh --coloqué mi índice en la boca y abri los ojos-- no hagas ruido
Los gemidos no venían de la casa de nuestros vecinos, sino del interior de nuestro apartamento.
- No jodas, ¿esta HP metió a alguien a la casa?
Con cara de enojado, dispuesto a abrir la puerta y descubrirla en el acto.
- Shhh --lo detuve una vez más-- escucha pendejo
Se quedó callado, pero aun con ansias por entrar de una vez. Acerqué la oreja a la puerta y me tocó taparme la boca para no reírme.
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Entre Fantasía & Realidad #1 (+18)
RomanceContenido NO APTO para mentes sexualmente obtusas. Hay material explicito y detallado sobre erotismo, relaciones sexuales, BDSM y poliamor. No discrimina orientación sexual o género. Bienvenidxs las personas curiosas, divertidas y de mente abierta...