#infidelidad #cachos #hetero #blasfemia
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Hay días en los que uno se levanta y ya sabe que tiene activado el modo horny con la mente abierta a más cosas de lo normal... y no me vengan acá a decir que ustedes no, que uno sabe que si pasa, ya que después se arrepientan es otra cosa.
En fin, ese día hasta me daba pesar ver a mi esposo todo juicioso haciendo desayuno y ayudando a despachar a los niños al colegio. El pobre cada vez que lo miraba veía como en mi mente le crecían unos cuernos más y más y más grandes porque fijo iba a tener una aventura fugaz por ahí.
Sorry, not sorry, pero no me voy a venir a poner aca con excusas ni justificaciones. Quería era una noche de sexo y locura, no de amor.
Además, sé que él también lo ha hecho y jura que no me he dado cuenta, pero lo que no sabe es que hasta me sé el número de teléfono de su "amiguita".
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Yo ya le tenía el ojo puesto a mi víctima. Daniel uno de los más nuevos, que apenas llevaba 3 meses en la empresa. Estaba buenísimo por el lado que se le mirara, justo lo que me recomendó el doctor.
Venía de una ciudad más pequeña por no llamarla pueblo y con esa carita inocentona y retraída engañaba a ojos menos expertos, pero que para mí, ocultaba todo un diablillo interior.
La noche de los disfraces siempre tiene algo especial, es como si cada año te dieran la oportunidad de ser alguien más y dejar tu ser guardado en la casa.
En la oficina decidieron adelantar la fiesta, dos semanas antes para no interferir con los que tenemos hijos y poder ir a pedir dulces con ellos.
A ver si Danielito entendía el mensaje, santa por fuera y diabla por dentro. Me conseguí el disfraz perfecto con hábito y todo y por debajo no me puse nada, ni sostén, ni tangas, nadita de nada.
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Como en la oficina soy la que arma el descontrol, hago chistes y bromas, apenas me vieron llegar así todo se morían de risa porque saben que de santa muy poco.
Toda la noche molesté interrumpiendo los que estaban bailando muy pegaditos, los hacía tomar distancia, les sacaba la camándula y hasta les hablaba simulando decir palabras en latín con el crucifijo pegado en la frente.
Daniel, había ido disfrazado de vaquero por así decirlo, más parecía que se había puesto la pinta que usaba en su pueblo.
No se integraba mucho y se la pasó sentado en una de las sillas altas del bar improvisado tomando soda con limón.
A veces pasaba a invitarlo a bailar, pero caballerosamente me rechazaba y bueno no faltaba el hombre que me "rescataba" a bailar.
No desistí de tratar de integrarlo, pero el hombre únicamente se levantaba a ir al baño y regresar al mismo lugar. Me la estaba dejando muy difícil si seguía así.
Yo por el contrario ya tenía mis traguitos encima y me estaba arrepintiendo de no llevar ropa por debajo porque me estaba cocinando del calor.
Me senté en la silla al lado de él y pedí un vaso con agua con hielos, mientras me ventilaba con las manos.
Al fin me estaba mirando y aproveché para darle unas miradas bien directas, meterme un hielo a la boca chuparlo sugestivamente y hacerle cara perra en celo.
- ¿Mucho calor?
- Uff si, este hábito me tiene recali... --me reí con picardía-- ...recalentada
- ¿Por qué no te lo quitas un rato?
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Entre Fantasía & Realidad #1 (+18)
RomansaContenido NO APTO para mentes sexualmente obtusas. Hay material explicito y detallado sobre erotismo, relaciones sexuales, BDSM y poliamor. No discrimina orientación sexual o género. Bienvenidxs las personas curiosas, divertidas y de mente abierta...