dear starboy.「 keumden 」

「 represion de un corazon dolido 」

roto.

keum donghyun estaba roto.

la imagen de la triste sonrisa de yejun despues de su ruptura se repetia una y otra vez en su cabeza, como una forma de autocastigo.

las cartas dejaron de llegar y yejun ahora mantenia sus cortinas cerradas durante todo el dia. su padre le evitaba y su madre directamente evitaba estar en casa.

ahora era 23 de diciembre.

donghyun penso en el y su ex novio jugando felizmente en la nieve. peleandose y batallando entre si con bolas de nieve y luego acurrucandose juntos por la noche junto a una dulce y caliente taza de chocolate caliente.

el deberia de estar con el espiritu navideño.

pero no era asi.

se sento en su cama, leyendo la coleccion de cartas que su admirador habia enviado y burlandose. ¿quien era capaz de ver tantas cualidades en un imbecil como el?

78. puedes hacer feliz a alguien con solo una sonrisa. mantente fresco.

90. el talento que tienes para los pequeños detalles. aunque no lo parezca, un pequeño detalle hace una gran diferencia.

habia estado recibiendo esas cartas por al menos tres meses, pero sin una pista de quien podia ser "s.b."

despues de descartar precipitadamente las cartas, tomo su guitarra astillada. no sabia muchas canciones, pero tenia ganas de tocar algo.

planeaba cantar, pero de inmediato cerro la boca cuando una voz lejana canto timidamente.

"si te dijera que te amaba, dime, ¿que dirias?"

keum rasgueo tranquilamente antes de susurrar para si mismo.

"si dije que te odiaba ahora necesito tu ayuda con todo lo que hago, no mentire, te he necesitado."

silencio, como una estatica incomoda.

"estoy enfermo y estoy atado tambien, no puedo admitir que no soy a prueba de fuego, siento que me quema, siento que me quema."

"espero que no me asesinen. espero que no te asesinen. si lo hago, si lo hago."

keum miro su ventana helada. las cortinas del pelinegro aun estaban cerradas, colgando y cubriendo su habitacion brillante.

el canto murio junto con el rasgueo de la guitarra. ninguno de los chicos queria hacer contacto. lo que tenian juntos ya habia acabado hace casi un mes.

el rubio empujo la guitarra debajo de su cama. su vida era una mierda en esos momentos.

probablemente esperaria a que las vacaciones se acabaran para regresar a la escuela y ahogarse en tareas.

que aburrido.

yejun se sintio destrozado.

realmente habia pensado que keum donghyun era diferente.

que estupido.

era igual que los viejos matones. los matones que lo obligaron a salir de la escuela.

bajo la mirada a su muñeca, llena de cortes.

lineas rojas y delgadas cubrian sus brazos. habian empezado a aparecer hace menos de un mes. eran pequeñas lineas, como si hubieran sido hechas por un pincel y pintura carmesi.

que feo.

¿que es lo que keum veria en el?

oh, cierto.

nada.

lo habia dejado.

donghyun era lo unico que le impedia escapar de ese mundo corrupto en el que vivia. donghyun era su bote salvavidas que lo dejo muerto.

tal vez era realmente su culpa, nunca debio desarrollar tanta dependencia de este, pero fue casi inevitable. realmente habia sido un estupido.

se dirigio a su escritorio, donde ya estaba lista una hoja celeste con estampado de estrellas.

tomo una pluma y con calma se tomo el tiempo de pensar en las palabras correctas para seguido plasmarlas con la mejor caligrafia posible. tantos cortes le habian lastimado y su mano no dejaba de temblar.

sin evitarlo empezo a llorar, mojando la carta y corriendo un poco la tinta. ni siquiera se molesto en enjuagar sus ojos llenos de gotas saladas. yejun firmo la carta y la coloco con delicadeza dentro de un sobre negro decorado con pegatinas de estrellas.

extendiendo su brazo, dejo la carta atorada bajo la ventana de donghyun. se puso su sudadero amarillo pastel y unos vaqueros negros. un conjunto que nunca usaba.

apago la luz de su habitacion y se dirigio a su lugar seguro.

la cascada.