Capítulo 3

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Toda la noche estuve dándole vueltas y llegué a la conclusión de que Thalia me superaba en prácticamente todo. Pero sobretodo en físico. Sólo se notaba que yo era una chica por mi pelo largo y sin embargo ella... Era perfecta en todo sentido.

-Hola rubita.

-Hola Thalia

-Se te ve cansada.

- A penas he dormido.

-Venga nena dime que te pasa... Desde ayer estás distante, ni un mensaje de buenas noches.
Pero mira, por ahí viene él que anoche me mandó como 30 mensajes de buenas noches.

-¡Hey baby!

- Brooks, no me llames así.

Y un beso que de nuevo me incomodaba. Fue Brooks el que se separó de Thalia y me volvió a mirar como ayer. Yo respondí mirándole y esto se alargó.

-Brooks.
Thalia se arrodilló ante Brooks y siguió con su frase.
¿Harías el honor de cambiarle el sitio a Acacia y sentarte conmigo?

-Claro que sí amor mío. ¿Acacia...

-Sí Brooks, no me importa. Y ahora me voy, no quiero perderme la clase. Me sentaré al lado de emm... Yulian.

Se notaba que me sentía incómoda junto a ellos. Pero me di la vuelta y anduve moviendo mi cabellera hasta la clase de Naturales. Thalia y Brooks no se presentaron. Seguro que estaban en el parque dándose empalagosos besos. Solo de pensarlo me daban arcadas.

-Acacia ¿Estás bien?

-Sí Yulian, no te preocupes.

-Acacia, estás pálida.

-Me ha debido sentar mal el desayuno.

-Si tú lo dices.

Yulian siempre me había querido, pero no era mi tipo. Bueno, era el tipo de cualquiera, porque era irresistiblemente guapo, pero no se... Era muy mujeriego y alguna vez había engañado a alguna novia. Aunque como os he dicho, siempre me ha querido a mí. Las otras chicas eran un juego. Éramos una especie de amigos, aunque odio cuando me lanza indirectas o intenta tontear conmigo ¿Su saliésemos las cosas cambiarían y me empezaría a querer y dejaría de ser mujeriego. Puede ser, porque como dije las otras chicas son un juego. Y yo, su meta. Pero no debo plantearme esto ¿O sí? Decidí tratarle con cariño toda la mañana. A ver que respuesta obtenía.

El profesor no había venid ¡Teníamos la hora libre!

Decidí hablar con Yulian que se mostró amable, simpático y cortés conmigo.

-Rubia, te veo con mala cara. Voy a animarte un poco.

-Te aviso, será difícil.

-Me gustan los retos.

-Je je je

-Empezamos bien, te he hecho reír.

-Mi nuevo reto es que tu cara cambie, que dejes de estar pálida.

-Ya ya...

Yulian pegó su silla junto a la mía y me rodeó con el brazo. Hizo que me sonrojara, obviamente. Me había hecho olvidar mis problemas y me sentía bien con él. ¿Debía darle una oportunidad?

Acacia SharianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora