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Hawkins, 1978

Parada frente al laboratorio a penas arrepintiéndose de lo que haría, sabía que falsificar documentos era ilegal pero nadie la tomaría en serio si entraba anunciándose como "La periodista Maeve" es más, de esa manera la echarían a patadas al primer movimiento que hiciera y en ese instante recordó las palabras de su EX compañero de trabajo.

"—Estas loca, si te atrapan documentando algo ahí te aseguro que no quedarás impune.

—¡De eso se trata! El que no arriesga no gana y yo estoy segura de que en ese laboratorio hay algo raro.

—Lo único raro que abra ahí será una demente buscando supuestas pruebas de experimentos con humanos, ¡Es ilegal!

—¿Desde cuando a la gente le importa lo que es legal o no? Escúchame, si consigo pruebas de el MKUltra existió, tu y yo nadaremos en fama y hundiremos a esos científicos.

—Serás solo tú, yo no pondré las manos al fuego en este proyecto.

—Bien, no me busques cuando mi nombre esté en cada maldito periódico del país, ¡No! ¡Del mundo!"

Su objetivo era claro, entrar, tomar dos o tres testimonios del experimento, salir y publicarlo, ¿Qué podría salir mal?

—Doctora...—Una de las mujeres trató de leer su identificación.

—!Es un apellido Aleman! No se moleste en tratar de pronunciarlo, solo dígame Maeve.—Habló tan rápido que juro delatarse así misma.

—Doctora Maeve.—Continuó.—Por aquí por favor, le mostraré las instalaciones.

Nerviosa empezó a caminar atrás de ella observando cada pasillo y cada puerta que había, desde la primera planta hasta la ultima incluso se aseguró de leer atentamente lo que decía cada puerta pero nada fuera de lo común, se maldijo internamente pues todo parecía estar completamente normal en aquel lugar, personas trabajando con normalidad yendo de un lado al otro revisando cosas que ella no entendía.

—Bien, eso es todo. He revisado su expediente y recomendaciones, nos alegra contar con usted.—Señaló una de las oficinas.—Puede pasar.

—Gracias.—No demoró en abrir esa puerta pero antes de siquiera entrar la mujer volvió hablar.

—¿Es usted Alemana?—Pregunto.

—Mis abuelos, después de la segunda guerra se mudaron y procrearon.—Mintió, ni siquiera sabía algo de sus abuelos reales.—Empezaré a trabajar, !H2O y eso!

Cerró la puerta frente a ella inhalando aire, incluso esa oficina era completamente normal.

—¿En que lío me metí? Ese maldito tenía razón.—Colocó sus manos en su cabeza empezando a caminar de un lado al otro.

"¿Y si hay micrófonos y me están escuchando?" Pensó observando el lugar, ahora ni siquiera podría quejarse y llorar a gusto, rápidamente corrió al escritorio donde estaban acomodados algunos expedientes y papeles con estadísticas que no entendía ni un poco, ¡Era una reportera! Su trabajo no necesitaba de química o esas cosas.

—Un segundo...—Devolvió su mirada a los expedientes y con curiosidad abrió uno de ellos viendo fotos de personas.—Teresa Ives, sujeto de experimento.

Sus ojos se abrieron y no pudo evitar sonreír, ¡No estaba loca después de todo! Esa prueba sería más que suficiente, solo necesitaba llevarse ese documento o fotocopiarlo y-

—Doctora Maeve.—La misma mujer tocó la puerta antes de ingresar provocando así que se sobresaltara.—Lo lamento, me he confundido de área.

—¿A que se refiere?—Se levantó del escritorio sin querer dejar aquel expediente.

—Si, usted va al subterráneo.

Su mente se puso en blanco, "Subterráneo" nunca había escuchado que el laboratorio tuviera algo así estaba segura de que abajo abría algo más interesante.

—Un momento.—Solicitó tomando una carpeta para así guardar el expediente.

Tenía un plan, correr con la carpeta entre sus brazos y enseñarle al mundo que el experimento existió.

—Acaba de llegar un niño se necesita más personal para manejar sus habilidades...

No escuchó más, sus ojos se entreabrieron con solo escuchar la palabra "Niño" ¿Porque habría uno ahí? Tenía que descubrirlo a cómo diera lugar.

𝐌𝐚𝐧𝐢𝐚𝐜 |Peter Ballard.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora